miércoles, 25 de septiembre de 2013

De Cubazuela a Chinazuela

Miguel Yilales
@yilales
Cuando Mariano Picón Salas contrató a Ángel Rosenblat para que se radicara en Venezuela como profesor de castellano y latín, nunca se imaginó que llegase a fundar la Cátedra de Filología de la Universidad Central y dirigir el Instituto de Filología Andrés Bello de esta casa de estudios, desde donde aportó e investigó sobre los usos y la forma de hablar de los venezolanos.
Cuando Rosenblat era consultado sobre los orígenes del nombre de nuestra tierra, opinaba que no había duda de que Venezuela era un diminutivo de Venecia, porque la idea, aducida como origen del nombre, de que los palafitos sobre el Lago de Maracaibo les hicieran recordar a los descubridores a Venecia, parecía verdadera.
Aunque si nos vamos a la fuente del idioma nos encontramos que el sufijo “uela” no es solo un diminutivo, si no que también asume con algunas palabras un valor desdeñoso: se usa en compuestos despectivos como mujerzuela, escritorzuelo, bestezuela, ladronzuelo. 
Saber sí el cartógrafo italiano Américo Vespucio al ver los palafitos del sintió nostalgia por la antigua Venecia o sí por el contrario fue con desprecio que lo comparó, no es lo importante, más allá de la carta que escribiera a Piero di Medici, lo valioso es que la idiosincrasia del venezolano permitió que la libertad e independencia de América fuese una realidad.

Herederos y traidores

Al nacer el Libertador Simón Bolívar la Capitanía General de Venezuela tenía apenas 6 años de creada, éramos parte del Reino español y por consiguiente súbditos del rey, es decir nació bajo el gentilicio español y de no haber sido por la disolución de Colombia, el hubiese muerto colombiano, aun así eso no impidió que se alzase en armas, usase sus propios bienes de fortuna y no descansara hasta llevar la independencia más allá de su terruño.
Paradójicamente sus herederos, los que fueron llamados por mano del creador a continuar la segunda independencia, los únicos que entendieron el pensamiento bolivariano y lo pudieron concretar en acciones de gobierno, los que reivindicaron la ignominia de las traiciones sufridas por el Padre de la Patria desde 1830 hasta 1998, han sido los que han destruido su mayor sueño.
Cuando el Comandante Eterno, otro oxímoron eso de la eternidad finita, comenzó a gobernar lo hizo con un discurso que apuntaba en un sentido y con acciones que señalaban en otro. Lo importante era mantenerse en el poder y para ello debió aliarse con lo más prehistórico de la política mundial: Fidel Castro.

Sanguijuelas de la patria

El régimen castrita cuando ha puesto interés en alguna parte del orbe, ha actuado como en esas películas en que unos invasores extraterrestres quieren llevarse los recursos del planeta para garantizar la vida de su propia especie. En el celuloide y en el mundo real unas sanguijuelas.
A cambio de petróleo regalado nos han dado médicos que no lo son con lo cual reaparecieron las enfermedades endémicas erradicadas durante los gobiernos civiles de la democracia; han suministrado entrenadores deportivos que no deben ser de los mejores porque, con algunas excepciones en individualidades atléticas, no somos una potencia mundial o regional en esa materia; en el área de la electricidad han suministrado plantas eléctricas, bombillos, hasta un militar, Ramiro Valdés, experto en represión pero no en generación, por lo que seguimos viviendo un oscurantismo, no solo gubernamental, sino en nuestro diario vivir; se han involucrado en la cedulación, los registros y notarías, la seguridad y defensa, la industria petrolera, las comunicaciones y la distribución de alimentos y en todos esos rubros registramos los peores índices del continente.
Cuando Cuba no tenía más que ofrecer, les enviamos un presidente y devolvieron un cadáver insepulto (según el Mayor General Jacinto Pérez Arcay), entonces el hijo putativo decidió buscar a quien entregar el país.
Es así como Nicolás Maduro decidió que para mantenerse en el poder debía hipotecar el futuro de los venezolanos a los chinos, entregándoles reservas petroleras, construcción de infraestructura, explotación minera y compra de productos manufacturados, a cambio de dólares frescos para la crisis y la campaña electoral que se avecina.
Bolívar lucho por hacernos libres, sus “herederos” por esclavizarnos. Razón tiene el profesor Alexis Márquez que lo peyorativo de “zuela” no está en el sufijo, sino en la raíz del que deriva el nombre, bien sea, Cubazuela o Chinazuela.

Llueve… pero escampa

miércoles, 18 de septiembre de 2013

La caída de los Corleone criollos

Miguel Yilales
@yilales
Hacia finales del siglo pasado hubo una saga cinematográfica que impactó al mundo entero. Basado en un libro que desnudaba a la mafia, la trilogía de “El Padrino” de Francis Ford Coppola y Mario Puzo, permitió conocer los códigos y costumbres de la familia Corleone.
A pesar de ser ficción, recreaba una realidad que nació en Sicilia y que aun hoy está presente en todo el orbe: la mafia y los mafiosos.
Si bien es cierto que el término mafia se acuñó para referirse a una clase especial de crimen organizado, circunscrito a la Italia meridional, luego se aplicó a cualquier grupo criminal con características similares de organización, jerarquía y normas, independientemente de su origen o lugar de acción.
La Cosa Nostra, que nació en la región de Sicilia, empleaba una serie de “códigos de honor”, inviolables, de los cuales el más conocido es la Omertà.
En los mafiosos el silencio es un modo de vida, no les interesa que nadie sepa sus asuntos. Es un código de honor que prohíbe a sus miembros informar a las autoridades sobre los delitos cometidos y que solo incumben a los implicados. Es su ley del silencio, es la Omertà. Romper ese juramento es castigable con la muerte, aunque ha habido sus excepciones.

La verdad os hará libres

Cuando se educa a los niños siempre les decimos que digan la verdad y que sean honestos consigo mismo. Al ir creciendo e ingresar al colegio, ese código de rectitud será influenciado por otras normas, que van en mayor o menor medida a modificar su conducta. Existen desde códigos académicos hasta códigos de silencio.
El código de silencio de las travesuras escolares no tiene mayor repercusión y en la medida que se crece entendemos que es preferible apegarse a la verdad, sin importar las consecuencias. 
John Fitzgerald Kennedy decía que un hombre debía hacer aquello que su deber le dictaba, cualesquiera que fuesen las consecuencias personales, cualesquiera que fuesen los obstáculos, el peligro o la presión, para llegar al colofón en que esa era “la base de toda la moralidad humana”.
Así como en Sicilia nació la mafia, de esa misma tierra van a surgir dos jueces, Giovanni Falcone y su sucesor Paolo Borsellino, quienes lucharon contra la mafia y la desnudaron. Lo arriesgaron todo hasta perder la vida en manos de sus perseguidos, hoy son recordados como los héroes que permitieron la reconstrucción de la nueva Sicilia.
Hacia 1982 Falcone había comenzado un proceso legal para acabar con la mafia, y logró que el mafioso Tommaso Buscetta, luego de ser arrestado en Brasil y extraditado a Italia, fuese el primero que hablase al mundo sobre los secretos del hampa siciliana, su organización, el funcionamiento, las actuaciones y el “modus operandi” que la mafia utilizaba.
Como premio por su ayuda, a Buscetta se le permitió vivir en Estados Unidos, bajo una nueva identidad, con un rostro nuevo, dentro del programa de protección de testigos, por ayudar a acabar con un mal mayor.
Aunque Tommaso Buscetta fue el primero en romper la omertà dentro de Italia, fue Joe Valachi en Nueva York, el primero que habló sobre los secretos de la Cosa Nostra ante un subcomite del senado norteamericano en 1962.

De la omertà al bel canto 

Recientemente se empezó a correr la especie de que un personaje de la caterva que está incoada en el poder en Venezuela, quien luego de ser militar conspirador, magnicida frustrado, analista de la Sala Situacional de Miraflores y asistente ejecutivo de un expresidente, consejero por Venezuela del Banco Interamericano de Desarrollo, diputado a la Asamblea Nacional por el estado Aragua, viceministro de Finanzas y Presidente del Bandes, ministro de Finanzas, gobernador del estado Aragua y presidente del Banco del ALBA, decidió hablar ante la DEA a cambio de protección del testigo.
De ser cierto el rumor, lo lógico hubiese sido que un protagonista tan relacionado con las estructuras del poder, denunciase y actuase dentro del mismo Estado “honesto” que él ayudó a crear, pero es mucho pedir que quien ha vivido dentro de un código y que conoce a sus cofrades, puede actuar como Eliot Ness y sus Intocables, que lograron apresar al más célebre delincuente de Chicago, Al Capone, y acabar con su imperio delictivo.
Es sabido que sin Buscetta, la humanidad no hubiese contado con héroes como Falcone y Borsellino. Ojalá que no sea una jácara y que este bel canto, violando la omertà, permita que caiga el mal mayor que son estos Corleone criollos. 
Llueve… pero escampa

miércoles, 11 de septiembre de 2013

Oh! Y ahora ¿quién podrá defendernos?

Miguel Yilales
@yilales
Hay una inmensa mayoría de venezolanos, que hacia los años 70 crecieron viendo en la televisión a los personajes, que de la pluma de Roberto Gómez Bolaño, hacían de las suyas.
La primera vez que se vio una “C” y una “H”, dentro de un corazón, era para representar aquel personaje torpe, sin habilidades, con estrambóticas armas, y que cada vez que aparecía nos lo presentaban como “más ágil que una tortuga, más fuerte que un ratón, más noble que una lechuga, su escudo es un corazón”. Era el Chapulín Colorado, defensor de los desvalidos y los necesitados.
Años después apareció otro personaje usando los mismos símbolos del Chapulín, hasta sus mismos colores, y que perjuraba haber aparecido para defender a los pobres, pero que tenía un álter ego, es decir un segundo yo, muy distinto en intenciones a la personalidad original del personaje televisivo.
Aunque no pretendo navegar en aguas de la psicología, ni mucho menos analizar al segundo personaje, es indiscutible que por un lado decía defender a los desvalidos y por el otro acumuló las mayores cifras de depauperación del país.
Si pudiéramos comparar su actuación con personajes en la historia solo tendrían referentes en Othar, el caballo de Atila, que por donde pisaba nunca más volvía a crecer la hierba o en una especie de Rey Midas al revés, que en vez de convertir lo que tocase en oro, el oro (negro) en sus manos se convertía en otra cosa, y no precisamente por la connotación que le diera Juan Pablo Pérez Alfonso al petróleo: el excremento del diablo.

Ni chipote chillón, ni antenitas de vinil

Desde 1969 Venezuela firmó el Pacto de San José y lo ratificó en 1977, un tratado para garantizar el cumplimiento de los Derechos Humanos en los estados miembros. Estuvo en vigencia en el país hasta el pasado 10 de septiembre de 2013, no porque hayamos alcanzado la marca de ser los mayores propulsores de la humanidad de los connacionales, sino por los caprichos de una caterva de irresponsables, que al violar derechos y perder todos los juicios a los que se presentaron, botaron tierrita y no jugaron más.
En los últimos 14 años los derechos humanos dejaron de serlo para Franklin Brito, Simonovis y los comisarios, para los ex trabajadores de PDVSA, para los que ante la inacción del estado temen salir a la calle por ese toque de queda voluntario que impone la inseguridad, para los que no pueden manejar por las vías públicas sin temer ser cayapeados por una turba de motorizados, para los productores del campo que han visto como le expropian sus tierras para hacerlas improductivas, en fin para todos los de esta tierra de gracia.
Si bien es cierto los organismos internacionales son un paquidermo lento en la toma de decisiones, por lo menos están ahí para servir de muro de contención a los abusos de poder.
Cuando otro personaje, parodiado por un genio del cine, Chaplin, en su obra cinematográfica “El Gran Dictador”, decidió exterminar y acabar con la disidencia política e implementar sus políticas racistas, los países del mundo hablaban de la determinación de los pueblos.

Todo queda en nuestras manos

Hoy seguimos debatiéndonos en los mismos términos, en función de eso un gobierno desalmado decide permanecer 50 años oprimiendo a los ciudadanos y eso está acorde a la autodeterminación; un gobierno decide usar gases tóxicos para exterminar la protesta y los países deben hacerse la vista gorda en honor a la determinación de los pueblos; un gobierno petrolero decide que para tapar su ineficiencia e incapacidad debe implementar sistemas de racionamiento (llámese tarjeta, chip de combustible u otro que se les ocurra) o dejar morir a los presos y disidentes políticos y los gobiernos del continente solo ven la caja registradora del “excremento del diablo”.
La falta de acceso a la educación, a la salud, a la libertad, a la vida, a la seguridad jurídica, al libre pensamiento, a la libertad de expresión entre muchas otras, son violatorias a las normas internacionales que garantizan los derechos humanos y un Estado dedicado a no responder por su cumplimiento debía ponerse al margen mismo, olvidándosele que las violaciones a estos derechos son imprescriptibles.
A estas alturas hay muchos que se preguntan “Oh! Y ahora ¿quién podrá defendernos?” y la respuesta no es “el Chapulín Colorado”, solo en nuestras manos está dar un paso al frente para derrotar la barbarie y la crueldad que se ha incoado en estos últimos años.
Llueve… pero escampa

miércoles, 4 de septiembre de 2013

Habilitante cantinflérica: Ahí está el detalle

Miguel Yilales
@yilales
El 99 se ha vuelto importante en Venezuela, llegando a alcanzar connotaciones en las que la política nacional depende de un número.
Para otros ese número solo recuerda a aquella espía que interpretaba Bárbara Feldon a mediados de la década de los 60, que junto al Súper Agente 86, Maxwel Smart, hacían de las suyas en la lucha contra KAOS.
Aunque en realidad es el diputado que le falta al gobierno para aprobar la ley que habilite al Ejecutivo para que legisle en materia de corrupción, si quieren hacerlo en el marco de la norma (aunque son expertos en transgredirla).
De agente secreto a salta talanquera
Este parlamentario debe ser un agente encubierto del caos del gobierno, tan malvado como KAOS, y se está a la espera del momento oportuno para develar su nombre, así como ocurrió con Herman Escarrá, quien luego de ser coordinador constitucional de la oposición se convirtió en conspicuo defensor de las violaciones constitucionales del gobierno.
Será que no han conseguido el precio correcto o los llamados tienen temor al desprecio general al que se someterían, como ocurrió con aquel precandidato a alcalde, quien luego de perder, decidió saltar la talanquera y regresar a las filas de las que nunca debió salir, su rebote fue tan insignificante que luego de prometerle abanderarlo por el mismo municipio en el que fue derrotado, lo reemplazaron por un cantante y pelotero tan anodino como él.
Hasta han propuesto allanarle la inmunidad parlamentaria a la diputada María Corina Machado, para que su suplente, el no tan joven, sempiterno estudiante, expresidente de la FCU y experto salta talanquera, la sustituya en la aprobación de la fatídica Ley.
Es que quienes desprecian ese invento capitalista de la separación de poderes, deben buscar los mecanismos que les permita gobernar en el marco de “su ley”, es decir, al más puro estilo de la teoría política de Juan Charrasqueado: sí no ganan, arrebatan.
Ahí está el detalle
Lo que acontece en el país parece digno de aquella comedia de enredos en la que Leonardo del Paso, interpretado por Cantinflas, decía para no decir nada.
De seguro esa Ley servirá para legislar sobre cualquier materia, como ocurrió entre 2010 y 2012 cuando los poderes especiales para solventar la emergencia por las lluvias, sirvieron para aprobar leyes en materias tan disímiles como comunicaciones, seguridad, defensa, entre otras.
Y es que hijo de gato debe cazar ratón, y el hijo putativo del líder máximo y supremo no puede hacerlo de otra forma, con lo cual podría legislar en una materia, que de otra forma sería imposible: la soberanía.
Al no necesitarse una fachada atlántica, para exportar hierro, aluminio o bauxita, luego que durante 14 años desmantelaron las empresas básicas que las producían, podríamos en un proceso integracionista, dejar de reclamar el Esequibo y regalárselo, como gesto de desprendimiento, a Guyana. Ahí está el detalle.
También podría solucionarse el diferendo del Golfo de Venezuela, que las Fuerzas Armadas, cuando existían, no permitieron solucionar con aquel convenio entreguista de la Hipótesis de Caraballeda. En esta oportunidad ante la presencia del pensamiento único y socialista de la FAN, podría decretarse que el golfo debe llamarse Coquivacoa y que su uso debe ser usufructuado por la patria grande, una especie de confederación que uniese a Colombia y a Venezuela, ya confederada de hecho con Cuba, con lo cual todos los negociadores de la paz colombiana serían connacionales. Ahí está el detalle.
Esto último permitiría solventar algunas otras cosas, como por ejemplo la unión del Táchira y Norte de Santander, con lo cual se solventaría la nimiedad esa de la partida de nacimiento y la fe de bautismo. Ahí está el detalle
Es que por Ley habilitante podríamos contrarrestar el golpismo galopante que surge por todos lados, porque un país que queda sin electricidad y en el que los entes gubernamentales declaran que todo se encuentra en total normalidad, es porque hay componendas internas (en el gobierno) para derrocar al jefe. Del black out general solo sabemos que fue un ensayo del golpe de estado eléctrico (Maduro dixit) que debe ser lo que ocurre cuando designas encargado de un sector a un golpista consumado y compañero del único beneficiario de un golpe de Estado. Ahí está el detalle.
Y es que quieren una Habilitante que les permita decir que hacen pero no hacen para disimular que gobiernan el desgobierno. Ahí está el detalle.

Llueve…pero escampa