domingo, 27 de diciembre de 2015

Feliz y descabellado 2016


Por Miguel Yilales
@yilales
Eso de llegar al final de año y tener buenos deseos para el futuro es una tradición universal. Incluso los que se rigen por distintos calendarios celebran la llegada de una nueva era por la esperanza que representa.
En esta época también surgen los presagios, pronósticos y predicciones de muchos lenguaraces, con poderes o no, que les da por decir, explicar y asegurar lo que les depara el futuro a los más 7 mil millones de almas que habitan esta Tierra, sin importar si se trata de Trump, Clinton, Cabello, Maduro, Capriles, López o usted que me lee. Indudablemente que todo esto está asociado con la ansiedad que siente el ser humano por lo impredecible.
Por supuesto que para no quedarme atrás desde hace años me pongo para esta fecha mi bata y mi turbante, para sacar a relucir mis dotes de videncia con los que predigo los hechos venideros. Claro está que no me da por invocar muertos, examinar entrañas de animales, oír el canto de las aves, leer las líneas de las manos, ver las oscilaciones de una lámpara o interpretar sueños, ni mucho menos parecerme a ese personaje venezolano que sabe de cocina, religión, derecho, economía, opinión pública, política y, quien sabe, ciencias ocultas.

A las pruebas me remito
En el año 2013 titulé mi artículo “Un venturoso 2015”, es que todos los elementos inductivos, deductivos e intuitivos me inspiraban para decir que el 2014 era un año para el olvido desde antes que llegara: el llamado a “la salida” fue utilizada para atornillar a Nicolás Maduro, la reunión entre el gobierno y la opositora MUD sirvió para defenestrar a Leopoldo López, María Corina Machado y Antonio Ledezma, la economía de importaciones continuó, luego del éxito electoral del “Dakazo”, sin ninguna intención de rectificación y para colmo de males ese no era un año electoral por lo que el capo de El Furrial y al presidente obrero y autobusero que conduce los destinos del país les dio por radicalizarse en lugar de corregir. 
Para el año siguiente, luego de revisar los elementos de la naturaleza, me llegaron las señales para el 2015, por eso escribí “Que Dios nos agarre confesado” porque se sabía que habría mucho joropo y muy pocas alpargatas para tanta gente. Este se vislumbraba, como realmente fue, un año de escasez de todos los insumos con los que alguien viviría y no esta eterna persecución de productos para medio sobrevivir; la salud, la educación y la seguridad continuaron de vacaciones con un gobierno que se dedicó a viajar y despilfarrar; una oposición que resultó triunfadora (reconozco que no lo preví) a pesar de los traspiés, las críticas ante la inacción, el reparto de las cuotas, el ventajismo oficialista y la ausencia de una propuesta que convenciera sobre la necesidad de cambiar el rumbo (la gente votó obstinada de los desaguisados y los guisos chavistas).
Y para este 2016 ya puedo predecir que tendremos un descabellado año, no porque las cosas vayan a estar fuera de control, por el contrario por primera vez en 17 años se inspeccionarán las finanzas públicas; habrá quien controle los desafueros de quienes hacían y decían lo que les viniera en gana; se reestructurará el sistema judicial para que deje de estar inclinado a un solo lado; se podrá designar a los nuevos integrantes del Poder Electoral para que actúen como un verdadero arbitro; liberar a todos los presos políticos y exigir a la Fuerza Armada que no esté al servicio de parcialidad alguna.
Más futuro que pasado
El camino no es fácil y no se culminará todo en un año, sería iluso pensar que así sería luego de tantos vicios heredados y exacerbados desde que llegaron al poder, pero tenemos la oportunidad de oro de poder comenzar si se dejan de lado los egos personales y los intereses mezquinos que han aflorado hacia el final de año. No alimentemos más los deseos de quienes han destruido el país y recuerden que el aparato hegemónico comunicacional del régimen sigue intacto y al servicio de quienes están interesados en destruir la unidad de la oposición.
Hay que abonar el camino para que en tiempo perentorio se alcance el objetivo de salir de la caterva de delincuentes, choros, malhechores, atracadores y malandros que desgobiernan al país. Alegrémonos porque este año que se avecina será descabellado, ya tenemos un parlamento así, en especial porque el que juraba que no entregaría lo va a tener que hacer, ahora a construir un país en el que disfrutemos de tan anhelada “calvicie” política.
Llueve… pero escampa

domingo, 20 de diciembre de 2015

Una Navidad muy diferente

Por Miguel Yilales
@yilales
Esta época del año tiene especial significación para la humanidad. Hay quienes celebran la venida del Hijo de Dios, hecho que por cierto dividió la historia en un antes y un después de Él, hay otros que recuerdan la derrota de los helenos y la recuperación de la independencia judía con la Fiesta de las Luminarias, los escandinavos aún rememoran la llegada del solsticio de invierno, la noche más corta en el Hemisferio Boreal, que luego transmutaron en el Espíritu de la Navidad y están los que se desbocan por el placer del consumismo.
De seguro hasta estas líneas alguien pensará que he decidido cambiar la temática de mis escritos por la cercanía de las fechas decembrinas, lo cual hubiese sido así de haberse generado un verdadero cambio en la actitud política de quienes dirigen el país y sus sigüises, es decir, los Castro y sus abyectos Maduro, Cabello y compinches.
Se supone que este tiempo, inclusive para los no creyentes, es para pensar en la familia, la buena voluntad, la compasión y la celebración, bueno con sus excepciones que prefieren destruir en lugar de construir, saquear en lugar de compartir y hacer pucheros en lugar de reflexionar, en especial si son una especie política decadente, debilitada, menguada y periclitada que creía haber llegado al poder para permanecer en él por miles de años.
Mucho circo sin pan
Luego de sufrir una aplastante derrota el día de San Nicolás, fecha que por cierto alguien recordará por siempre no por ser la de su patrono, les ha costado salir del mundo ficticio en que vivían y creen que aún están al interno de esa burbuja que creó el galáctico de Sabaneta.
Terminaron por imaginar que a la gente le gustaba el baño en las aguas putrefactas del río Guaire porque todos los ríos se desbordan e inundan las estaciones de los subterráneos, que la felicidad existía porque se decretaba y si no se ordenaba a través de un ministerio, que a los pobres, este es el gobierno que más nos ha depauperado, les gustaba tanto la miseria construida por el socialismo del siglo XXI que preferían comer piedras y palos antes que dejar de lado un legado de desventura o que nadie protestaba porque disfrutaban el circo sin pan de las colas de la escasez y la inflación galopante que destruían el ingreso de los venezolanos.
Por esa vía decretaron rebajas en las tiendas que fueron aceptadas voluntariamente (en el chavismo es a juro y porque sí); hicieron conciertos gratis a una semana de las elecciones a pesar de que se reportaban adultos, jóvenes y niños que agonizaban por falta de medicamentos; regalaban taxis, tabletas, computadoras, televisores y perniles para comprar adhesiones y que los escándalos de un pollo parlamentario, de un capitán cavernícola que se ufana más por tener “full real” que por ser de El Furrial, de unos sobrinos presidenciales presos a pesar de cómo se pavoneaban y de generalotes embriagados por el poder nunca los salpicarían cuando encendieran el ventilador.
Les dio por patear la mesa, hacer berrinches, dar pancadas de ahogado y con bravuconadas como si todo lo que hicieran no pudiera ser revertido a partir de enero. En estos 17 años la oposición, aunque hay excepciones, entendió que los atajos no necesariamente son el camino al éxito y que es preferible trabajar con constancia y perseverancia.
Por las buenas
Es que hasta Ebenezer Scrooge, el personaje de Charles Dickens en Un cuento de Navidad, y El Grinch, el ogro verde del Dr. Seuss, al final entendieron el mensaje, bien por sus propios miedos (los fantasmas del pasado, presente y futuro) o por la realidad que no podían ver (la Navidad no estaba relacionado con los regalos), pero los engendros del Averno, que deben recibir instrucciones por la Ouija o en forma de pajarito (y todos sabemos cómo envían los mensajes los pájaros que vuelan encima de uno) confunden, como decimos por aquí, la gimnasia con la magnesia.
Ojalá antes que finalice el año, se les aparezca el espíritu del pasado republicano para que les muestren lo que había antes de que llegaran al poder, el del presente para que les señalen cómo los derrotó electoralmente una sociedad que se cansó de las tropelías con las que se dedicaron a destruir al país y el del futuro para que les enseñe cómo, de no rectificar, cavaron una tumba que nadie visitará y que todos prefieren olvidar, ya que de no razonar les tocará aprenderlo desde la Asamblea, y a democráticos trancazos, luego de una diferente Navidad.
Llueve… pero escampa

martes, 15 de diciembre de 2015

Ya basta de Brutos


Por Miguel Yilales
@yilales
No hay nada peor que tratar de enseñarle a alguien que no está interesado en lo más mínimo en aprender. Primero porque por más esfuerzo que ponga el instructor si al pupilo le da por no prestar atención, por vivir en las nebulosas o simplemente pensar en los huevos del gallo (en especial en época de escases) el objetivo no se cumple y en segunda instancia porque así el formador sea la reencarnación de Bello, Vargas o de Gallegos se cansaría y perdería la paciencia ante tanta ignominia por parte de ignaros deslustrados.
Dicen que nadie es bruto en esta vida, bueno con la excepción de aquel Bruto que marcó pauta en la Historia Universal. Por supuesto que me refiero al romano que se distinguió por usar ese nombre y no a los que destacan en estos lares por ignorantes, iletrados, rústicos y ordinarios.
Documenta la historia que un Bruto, Marco Junio, estuvo entre los líderes de la conspiración y posterior asesinato de Julio César por allá en el año 44 a.C., William Shakespeare escribió que el dictador Julio César dirigió sus famosas últimas palabras a Bruto: ¡Tú también, Bruto, hijo mío! aunque testigos solo lo vieran cubrirse el rostro con la toga y morir dignamente en silencio, sin pronunciar palabra alguna (De Vita Caesarum, Liber I Divus Iulius, LXXXII).
La conspiración en marcha
La conspiración ocurrió porque nadie estaba conforme, ni satisfecho con el estado de la República, ya que el César había sido nombrado dictador perpetuo (sin necesidad de reelección indefinida), además porque lo habían facultado (sin necesidad de habilitante) con varias leyes que concentraban todo el poder en sus manos.
Es más se rumoraba que solo le faltaba la corona para igualar a cualquier rey, muy parecido a algunos reyezuelos caribeños que se dicen republicanos aunque desprecien a un sistema político que se fundamenta en el imperio de la Ley, la división de Poderes y su control recíproco, la activa participación política por parte de los ciudadanos y la igualdad ante la ley para frenar los posibles abusos de las personas que tienen mayor poder.
En pleno siglo XXI, y sin pretender blasfemar al comparar a Julio César con Hugo Chávez y a su muerte como parte de una conspiración palaciega para quedarse con el poder, es innegable que luego de su deceso las intrigas, las malas ejecuciones, los errores garrafales de unos eunucos mentales, intentaban culminar la obra que iniciara el difunto de Sabaneta: destruir la República.
El período final de la monarquía en Roma era un mal recuerdo, habían abolido la realeza por la república y los más tradicionales no deseaban el regreso, es más casi que se les podía escuchar vociferando y gritando la consigna “no volverán”, aunque 17 años después la república sucumbiera y diera paso al imperio que dominaría al mundo occidental.
Todo esto viene a cuento porque, en el mismo período que sirvió para acabar con la República Romana, una caterva de delincuentes les dio por abrogarse todo el poder y despreciar las reglas de lo que se suponía era un Estado, para destruirlo.
Lecciones por aprender
Como alumnos poco aventajados, de esos que pasaron por la universidad porque iban montados en autobús o porque les transcurrió el tiempo mientras lanzaban piedras, no entienden por brutos (en minúscula) que los Brutos que los traicionaron no están en las filas que los derrotaron sino en la forma desastrosa como hacen las cosas.
La rebelión ocurrida contra estos capos en el poder fue porque en Venezuela los niños se mueren por falta de medicamentos, las personas no pueden comer por la colosal escasez, la inseguridad es una forma de vida para sobrevivir, la inflación destruye cualquier ingreso y porque creyeron que la militancia política se lograba al amedrentar, engañar y manipular para lograr la sumisión.
El país necesita una reconstrucción profunda: que los Poderes sientan que están limitados por la Ley, que los ciudadanos recuperemos la soberanía que nos fue arrebatada durante muchos años, que el gobierno gobierne, que el legislativo haga leyes, que la justicia sea ciega y no parcializada, que un ciudadano sea equivalente a un voto y que los militares estén supeditados al poder civil.
Le corresponde a la oposición demostrar cómo se puede beneficiar a todos los venezolanos por igual. Bruto actuó por las pésimas políticas del César, por lo que la oposición (que dirigirá el Parlamento a partir de 2016) está obligada a garantizar que, con ellos, ya basta de Brutos.
Llueve… pero escampa

lunes, 7 de diciembre de 2015

El primer día sin lluvia

Por Miguel Yilales
@yilales
Un gigante siempre cree que es invencible. Enfrentar a un ser corpulento y con todo el poder, que poseía escoltas para que le protegieran a sol y sombras, que era secundado por todo un ejército con el que amenazaba a sus adversarios, que se decía pacífico sí se rendían a su invasión pero amenazaba con una espada, una lanza y un mazo en la mano y que era especialista en mantener un asedio que incluyera burlas y vejámenes diarios, parecía una locura y aunque alguien pudiera inferir que hablo de algún personajillo criollo, no me estoy refiriendo a quienes se creen gigantes porque los rodean unos enanos (mentales) sino a los auténticos.
Relata el Libro de libros que un joven predestinado a gobernar derrotó a Goliat armado con una honda y una piedra y sí algo se parece a eso es la épica victoria que obtuvo la oposición este 6D cuando se convirtió en un David para derrotar a un Estado gigantesco y todopoderoso. En un país en el que se había perdido la institucionalidad hacía tiempo parecía imposible vencer al gobierno, primero por ser uno de los más tiránicos que ha llegado al poder y segundo porque ilusionaron a un pueblo al ofrecer, de forma engañosa, que cambiarían las cosas para mejor.
He escrito durante mucho tiempo que después del chaparrón, el aguacero o el chubasco escamparía, siempre me preguntaban cuando ocurriría eso y les digo, con toda certeza, que escampó, aunque volverá a llover porque aún hay tareas pendientes con eso que mientan el Socialismo del Siglo XXI.

Abusa que algo queda

La realidad fue que con Chávez, primero, y con Maduro, después, lo que nos ha tocado vivir se parecía al Diluvio Universal, con la diferencia de que los boliburgueses son los únicos que abordaron el Arca, disfrazados de animales (aunque estos son más nobles) para pasar desapercibidos mientras se enriquecían robando, birlando y despojando a los que inocentemente creyeron en ellos mientras sembraban la esperanza entre los que todavía flotaban, porque el próximo les podía tocar.
Luego de tanta agua que ha caído: los errores de la oposición, los diversos caminos recorridos, las adversidades sufridas y los obstáculos que nos ha tocado sortear, el Sol salió y se ha visto cristalizada una esperanza.
Las aguas no han bajado, por el contrario ahí están, y por el discurso de reconocimiento de la derrota por parte de Nicolás Maduro y las palabras del jefe de campaña Jorge Rodríguez, quien por cierto abandonó el cargo de alcalde de Caracas hace mucho tiempo, aún se sienten con poder para bravuconadas porque están a bordo de un buque aunque este haga aguas y se hunda. Lo que no logran visualizar es que cuando un buque se mantiene a flote las ratas pueden deambular por las sentinas (lugar oscuro sobre la quilla donde se reúnen las aguas sucias) pero al presentir el peligro de morir ahogadas son las primeras en abandonar y esa deserción ya comenzó aunque no se percaten de ello.
El camino a recorrer no es fácil. La tiranía castrocomunista sigue al frente del poder ejecutivo, tienen el control de los tribunales que hasta ahora se han comportado sumisos al presidente anterior y su heredero, mantienen un ministerio electoral que hay que convertir en el árbitro imparcial que no es y tenemos a un poder que debiera ser moral pero que su comportamiento es amoral.

Un salvavidas es una esperanza

Debemos entender que todavía hay muchos demonios sueltos en la propia oposición. Me refiero a los que tienen la convicción de que las teorías conspirativas son ciertas y que los cubanos planificaron que la oposición ganara para generar una ilusión de democracia; los eunucos que están convencidos y quieren convencer a los que interactúan con ellos en las redes sociales que todo es fraudulento pero no proponen nada; los que tienen contactos con los verdes, los blancos, los azules y los carrubios para que ejerzan el monopolio de la violencia, lideren una salida por la fuerza e impongan la solución militar como si no tuviésemos 17 años bajo una bota que desconoce debe estar supeditada al poder civil.
La tarea no es fácil, es más apenas comienza. La mayoría de los venezolanos apostaron por cambiar de buque antes que se hundiera, de rumbo antes que encallásemos y, más temprano que tarde, de timonel porque el que está no sabe leer, por supuesto que me refiero a la brújula. Hoy disfrutamos un claro amanecer, un día sin lluvia y que aunque pueda volver a llover tenemos la certeza de que escampa.

Llueve… pero escampa

domingo, 6 de diciembre de 2015

Un viaje sin retorno

Por Miguel Yilales
@yilales
Cuando escribo este artículo aún no se ha producido el acto de votación, además como no poseo dotes de pitoniso, hechicero, adivino o futurólogo desconozco que vendrá luego de este 6 de diciembre, pero puedo aseverar que a partir del próximo 5 de enero de 2016.
Tendremos un nuevo parlamento, con una composición diferente a la actual y con algunos actores distintos a los que han ocupado las curules hasta ahora, Nicolás Maduro seguirá al frente del poder ejecutivo y en los restantes cuerpos integrantes del Poder Público Nacional continuarán (rodillas en tierra) unos individuos que solo han sido eficientes para permanecer abyectos a los designios de lo que ellos llaman su soberano, que no es el pueblo como algunos creen, sino unos sátrapas caribeños que les dicen qué hacer y cómo hacer para eternizarse inescrupulosamente en el gobierno. Y es precisamente a eso a lo que me referiré.
Alguien que cree que en la política todo es válido y que la decencia no es necesaria en la función pública es un primitivo discípulo de algún tirano de los que han pululado en el mundo a través de la historia o de esos gorilas, uniformados o no, que juran y perjuran que la subyugación de la bota militar es la forma de arreglar las cosas.

Una piltrafa inhumana

Estas últimas semanas se desataron los demonios y las bajezas, que solo emergen cuando el desespero es el consejero. Un resentido, no puedo sino llamarlo así, que dice dirigir al país porque ocupa el Palacio de Miraflores aunque sea incapaz de desalojar a los invasores de la residencia presidencial, le dio por insultar, vejar y ultrajar a un adversario político.
El heredero del huésped del Cuartel de la Montaña, en su muy limitado entender y su primitiva forma de hacer política, creyó que capitalizaría una gracia y lo que le salió fue una inmensa y ridícula morisqueta cuando catalogó de irresponsable a un alcalde opositor por supuestamente haber abandonado sus funciones en viajes conspirativos al Imperio.
Las acusaciones ameritaron que el burgomaestre Carlos Ocariz se viera en el penoso deber de aclarar que sus ausencias (autorizadas por la Cámara Municipal) eran por el penoso padecimiento de leucemia de su hijo, tema que por cierto no lo había ventilado a los cuatro vientos y que había reservado a la intimidad familiar y a sus amistades.
Resulta que cuando no pudieron ocultar más la enfermedad de Hugo Chávez y se hizo público su sufrimiento, los afectos al oficialismo clamaban por respeto al mórbido presidente, que por cierto abandonó el cargo (Maduro dixit) para tratarse en Cuba y lo acompañaron parte del tren ejecutivo, su familia y cuanto bicho con uña quiso gastar los recursos de todos los venezolanos.
Acusar sin pruebas, injuriar, denigrar e insultar solo para obtener un objetivo y garantizar una supervivencia cada vez más exigua, es una forma de hacer política propia de piltrafas humanas que en su mocedad fueron adoctrinados en La Habana o que hicieron un cursillo exprés con algún resentido gobernante populista.

Una gran desgracia

No importa sí fue en La Habana o en Caracas, sí ocurrió el 30 de diciembre o el 5 de marzo del año siguiente, menos sí bailó por los pasillos del Hospital Militar o nunca se recuperó de aquella operación que lo dejó en estado vegetal, lo verdaderamente grave es que en ese período se hicieron nombramientos írritos, firmó decretos con una rúbrica escaneada, nunca se juramentó y que de manera ilegal un usurpador fue presidente provisional en flagrante violación de lo que decía la Constitución.
Desde que los esperpentos representantes del Socialismo del Siglo XXI aparecieron en la vida pública, aunque su violenta y sangrienta irrupción en política ya mostraba cual viles podían ser, demostraron que nunca les han importado las formas, ni las más mínimas reglas de la democracia.
Exigir respeto cuando se trata de sí mismo o de sus intereses pero no respetar a los demás es propio de seres ruines, inmorales, impúdicos, deshonestos y escabrosos, y el huésped temporal de Miraflores no puede sino comportarse según su naturaleza.
Este diciembre será distinto, no sé si para bien o para mal. Los golpistas, los resentidos, los destructores del país y las escorias que se enriquecieron a costilla de la ruina de los venezolanos lo único que les interesa es atornillarse en el poder, más allá de los resultados electorales seguirá en nuestras manos darles un viaje sin retorno, y no como sea, sino bien dado.

Llueve… pero escampa

domingo, 29 de noviembre de 2015

Organización criminal no es gobierno

Por Miguel Yilales
@yilales
Estas últimas semanas han sido de revelaciones en Venezuela. Todo lo que se creía, se murmuraba, se sospechaba se hizo realidad. Las investigaciones periodísticas que indicaban de que aquí mandaba el hampa estaban en el camino correcto a pesar de los esfuerzos del gobierno de Nicolás Maduro (la continuación del de Hugo Chávez pero sin la indigestión de los petrodólares) por ocultarlo.
Este es un país en el que un periodista que dirige un portal Web es capaz de generar una campaña que desestabiliza al gobierno, en el que hay una página electrónica dictamina las medidas económicas y dispone el precio cambiario de la moneda y en el que unos dirigentes de oposición planifican la muerte de un compañero porque todas las encuestadoras, incluso las progobiernas, dicen que tienen 30 puntos de ventaja y desean despilfarrar esa preeminencia para que la elección del 6 de diciembre sea más cerrada porque es insuficiente el ventajismo que le da el abuso del poder, el tener a un parcial ministerio electoral dirigido por una talibán que usa brazalete y contar con una observación de un club de chulos dirigida por alguien relacionado con el narcotráfico que parece se ha vuelto el negocio familiar oficial.

A pesar del miedo y terror

De nada valieron los esfuerzos por simular una recuperación del sistema penitenciario cuando en realidad lo que hicieron fue negociar con sus pares, porque un pran en una penitenciaría está a nivel de una ministra en el gabinete, para que los regentaran como verdaderos antros de prostitución y delincuencia.
Nada de construir centros de rehabilitación que reinsertaran al penado a la sociedad, era más fácil ponerlos a dirigir las mafias de las drogas, secuestros exprés y extorsión como una prerrogativa con tal de hacer invisible las protestas por hacinamientos, por los retardos procesales y por la violación de derechos humanos, que aún siguen existiendo y que se han convertido en política de Estado.
Crearon centros de adiestramiento (presumen son universidades porque así las llamaron) que generan pésimos resultados con formación deficiente y sin capacidad para discernir entre distintas corrientes del pensamiento porque estafan con un adoctrinamiento sin sentido. Se les hizo creer a quienes iban a sus aulas que un título era la solución cuando en realidad es la mayor estafa académica jamás vista.
Esa concepción académica se implementó, luego de infructuosos intentos por penetrar electoralmente las universidades autónomas, ahogarlas presupuestariamente y presionarlas a través de eso que en otros países se conoce como tribunales de un Poder autónomo y que aquí es un adminículo del poder ejecutivo que construye parapetos judiciales.
Pero la consolidación ha venido por exacerbar el expediente de la violencia. Durante años en el país han sido asesinados miles de venezolanos en manos de un terrorismo paraestatal dirigido desde el Estado. Se crearon círculos del terror, colectivos de malandros y grupos paramilitares (que mientan milicias) para infundir miedo y terror.

Son criminales en el poder

Primero comenzaron con una serie de amedrentamientos en contra de dirigentes de oposición y periodistas incómodos, reteniéndoles el pasaporte, retardando los vuelos e inspeccionándoles exhaustivamente sus equipajes. De ahí pasaron a los montajes de expedientes y a las acusaciones sin pruebas, para finalmente concretar lo planificado: asesinar a un dirigente opositor.
Si bien es cierto que las pesquisas no se realizaron, ya un resentido psiquiatra dictaminó que era una venganza entre bandas, lo cual es similar a decir que un crimen pasional o el asesinato de quien busca drogas en un peligroso barrio son crímenes políticos cometidos por paramilitares contratados por la oposición.
Cuando Armstrong llegó a la Luna dijo que su pequeño paso era un salto gigante para la humanidad, en 7 días los venezolanos estaremos ante la oportunidad de dar ese gran salto, en un territorio que, aunque parece la superficie lunar, es la tierra que nos vio nacer. Hagamos lo que los abstencionistas no quieren, lo que los pesimistas no desean y lo que la mayoría aspira para demostrarle a los delincuentes en el poder que desperdiciaron más de 3 lustros para conformar un país esclavos y no de ciudadanos, arrodillar a un pueblo que desea estar de pie y hacer política con delincuentes, malhechores y bandoleros sin entender que una organización criminal no es gobierno.

Llueve… pero escampa

Un ser especial

Por Miguel Yilales
@yilales
En este espacio siempre he dedicado mis artículos a la política. Hoy hago un alto para hablar de un ser maravilloso y a quien siempre llevaré en mi corazón. Dicen que los destinos se amarran irremediablemente o mejor que gracias al destino las cosas ocurren así.
Hace un año y 15 días a Armando José García Pérez, mi cuñado, le diagnosticaron una afección en el cerebro que le impidió hacer lo que más deseaba, además de amar a su familia, volar. Luego de luchar y batallar contra la enfermedad alzó nuevamente vuelo pero a donde solo van las almas buenas y generosas.
Quiso tener un copiloto excepcional, aunque no sé a ciencia cierta quién lleva el timón y quién guía a quién, al irse de este mundo el mismo día en que otro ser maravilloso, leal e inteligente (disculpen mi falta de ecuanimidad al hablar de mi papá) cumplía 12 años de fallecido.
Armando enfrentó la vida como su suegro le enseñó, con cara de cartón y bolas de torero (frase con la que él nos enseñaba como era la vida). Hoy mi hermana sufre y mis sobrinos están llenos de pesar porque zarpó a la eternidad un hombre excepcional, el consuelo es que desde donde esté, y a hombres como él les está reservado lo mejor, velará por ellos, cuidará de ellos y guiará cada uno de sus pasos.
Toda pérdida es irreparable. Toda despedida es dolorosa en sí misma. Todo zarpe es lamentable. Hoy Armando, el capitán, el piloto, el marino, el amigo, el hermano, el padre, el esposo, el hijo, “er cuñau”, ordenó tocar rol de maniobras, soltó amarras y zarpó o mejor dicho ajustó la aceleración, los alerones, el timón y se elevó al firmamento que era su espacio natural.
Te extrañaremos por que nos harás falta, te seguiremos queriendo porque dejaste marcados los corazones de quienes tuvimos el honor de convivir contigo y nunca te olvidaremos porque a los hombres buenos nunca se les olvida. No habrá más lluvia, ni esperarás por un nuevo amanecer. Para ti la lluvia cesó y escampó para siempre, para los que seguimos tus ideales y convicciones eres y serás el ejemplo que solo deja un ser especial. Que en paz descanses en el cielo (esta última me la dictó mi hijo de 5 años Miguel Santiago) y que Dios y la Virgen Santísima nos de consuelo. 

Llueve… pero escampa

domingo, 22 de noviembre de 2015

Las amenazas del fundamentalista Nicolás

Por Miguel Yilales
@yilales
Desde hace muchos años sobre la humanidad se ha extendido un velo de maldad. Un grupo de personas perversas y crueles, capaces de destruir todo a su paso y con un sentido único para insultar, torturar y asesinar, solo con el propósito de crear un Estado omnipresente que controle a los ciudadanos, que los minimice socialmente y que los trate como súbditos.
Aunque lo anterior pudiera servir para describir al califato que se pretende instaurar entre Irak y Siria, por cierto responsable de los atentados terrorista de la semana pasada en París y de las amenazas para repetirlos en distintas ciudades como parte de la yihad contra el mundo civilizado, no es precisamente a ellos a quienes me refiero, ya que se encuentran muy distante y hay problemas más cercanos que atender.
En la historia ha habido distintos grupos y países que creen adquirir las características que no poseen a través de falsas denominaciones. Así como hemos tenido naciones democráticas que no los son (la República Democrática Alemana o la República Popular Democrática de Corea), surgió un autodenominado Estado Islámico, que no es Estado y no representa al Islam, también hay un país que irrespeta las enseñanzas del Libertador aunque le agreguen el apellido bolivariano a todo.

Los de allá y los de aquí
  
Al igual que lo que pregonan los yihadistas del medio oriente, el proceso destructor que se instauró en Venezuela, como una extensión de la tiranía caribeña, depredadora, salvaje, bárbara y destructiva que dirigen los Castrosaurios, ha sido tan perverso para el país como para todo el continente.
El Socialismo del Siglo XXI y el califato, que pretende desestabilizar al mundo, han usado las mismas herramientas: mientras el de allá ha mostrado videos con ejecuciones para infundir el miedo, los de aquí aterrorizan en el día a día sin necesidad de usar los medios; los primeros toman rehenes y secuestran personas, los segundos apresan a los líderes que más temen y persiguen a los empresarios a quienes tratan como desestabilizadores, le ponen sobrenombres y procuran responsabilizarlos del desastre económico que ellos crearon; ambos declaran enemigos a los medios de comunicación que no promuevan el pensamiento único o sean críticos a sus ideas, por lo que los reemplazan por sistema que atienden a un solo pensamiento.
En Venezuela cada fin de semana son asesinadas más personas que las que ejecutan los rebeldes adscritos al Daesh y que los masacrados en los atentados parisinos, además tenemos cárceles con presos políticos que son torturados, maltratados y vejados por ser una amenaza a su permanencia en el poder.
Para ambos grupos, el de allá y el de aquí, los ciudadanos son seres despreciables, indignos e ignominiosos que deben ser roídos hasta los tuétanos, cuyas voluntades están a la venta gracias a las grandes reservas petroleras que manejan y que son descartables sino satisfacen sus intereses.

Del lado equivocado

Quienes han gobernado al país decidieron colocarse del lado equivocado de la historia: mientras el mundo ingresaba al siglo XXI, nosotros nos adentrábamos al XIX; mientras el orbe rechaza el fundamentalismo, el proceso chavista pregona el pensamiento único, el adoctrinamiento militante y el control de los vehículos del saber; cuando nadie quiere verse involucrado con los grupos criminales ligados al narcotráfico, se incrementan las evidencias de que quienes gobiernan al país incursionan en el lucrativo negocio de las sustancias ilícitas, lo cual no extrañaría por la caída de los precios del petróleo, porque las propuestas para incrementarlos son inviables y, especialmente, por la escasez de valores en la caterva gobernante.
Ahora que sus itinerarios, que antes concluían en La Habana para recibir órdenes, instrucciones y directrices, hacen escala en algún país árabe a Nicolás Maduro le dio por amenazar con radicalizar su revolución, que es la de su predecesor, y eso en este momento es el mismo discurso que pregonan, a los cuatro vientos, los extremistas desde el medio oriente, lo cual despierta suspicacias, quiéralo o no.
En el mundo como en América, estamos decididos a quitarnos de encima los chantajes y la manipulación de los extremistas. Las cosas no pintan bien para los radicales en el medio oriente y, por lo que ocurrió en Argentina con el triunfo de Mauricio Macri y lo que se vislumbra en Venezuela, ya nadie le para a las amenazas del fundamentalista Nicolás.

Llueve… pero escampa

domingo, 15 de noviembre de 2015

No es harina, es polvo de otro costal

Por Miguel Yilales
@yilales
Cuando empezaba a escribir estas líneas, tuve que dejar de teclear para ver como la barbarie daba un duro golpe a la civilización. Nuevamente un hecho terrorista ensangrentó al mundo y los grupos radicales, que quieren imponer sus razones a los demás por medio de la tortura y asesinato de inocentes, que ejecutan extrajudicialmente a sus prisioneros a través de juicios populares y que usan bombas y granadas fragmentarias para intimidar, se anotaron otro punto.
Es que todos los fundamentalistas en el mundo, en oriente y en occidente, piensan y actúan igual. Sus mecanismos son los mismos, los apliquen las FARC-EP, Al Quaeda, Hezbollah o ISIS (que aspiran el poder) o quienes ya lo han hecho (Bashar al-Asad, Robert Mugabe, Hugo Chávez y ahora su heredero).
Es que la dominación por el terror, la sucesión de actos de violencia ejecutados para infundirlo y la actuación criminal de bandas organizadas para crear alarma social con fines políticos, son monstruosas se apliquen al margen de la ley o amparados en la manipulación de ella.
Por supuesto que ante este escenario los laboratorios de las teorías conspirativas ya pusieron a rodar la especie de que fue el propio gobierno francés (asesorado, cuando no, por los malucos gringos) quien reeditó el atentado al World Trade Center en Nueva York.

Ni la Luna, ni holocausto

Estos expertos en conjuras siempre han sostenido, que así como Estados Unidos nunca llegó a la Luna, el holocausto fue una invención de los judíos para quedarse con un territorio que nos le pertenece y que fue el demonio Bush (el júnior, no porque digan que el sénior fue un santo) quien mandó los aviones y colocó bombas que destruyeron el símbolo emblemático de la economía mundial para justificar la guerra contra el terrorismo, Al Quaeda, Osaba Bin Laden, Afganistán, Irak y Libia, y quedarse con todo el petróleo de estos últimos países.
Llegado a este punto parece que trabajase en VTV y estuviese relatando los editoriales del Canal de Todos los Venezolanos en las voces de: un maracucho que cree filosofar y raya en lo ridículo; un toxicómano, obeso y mal hablado que, aspira y espera, las líneas que de Miraflores le mandan; un psiquiatra que parece estar bajo el efecto de algún psicotrópico; un teniente-capitán que se carcome en su propia bilis porque alguien se fumó una lumpia (Aristóbulo dixit) al no escogerlo a él y un turista que ha viajado 34 veces este año (Juan Pablo II en su pontificado hizo 104) y que se ha visto envuelto en algo relacionado con flores, no por el apellido de su cónyuge, sino por sus familiares por afinidad (un nexo que no se disuelve ni con el divorcio).
En la misma línea especulativa, porque lo que es bueno para el pavo debe serlo para la pava, me pregunto ¿Quiénes son los granes beneficiarios de los atentados en París que ISIS (quien por cierto comparte los mismos ideales antiimperialistas del gobierno chavista) se atribuyó?
Nicolás Maduro muy dado a ver la paja en los ojos de los demás pero muy miope para las vigas en los de él, estaba necesitado de un escándalo que lo sacara del ojo del huracán informativo y nada más apropiado que un atentado terrorista.

Amigos, socios y terroristas

Su entorno presidencial, a través de algún gobernador, defensor o diputado con apellido y algunos nexos, pudo haber contactado a algún grupo extremista de los que pululan en el mundo, para que, en retribución a lo invertido en campos de entrenamiento, alojamiento, becas para estudio y refugio de combatientes, le dieran una ayudadita, mientras el viajero frecuente echaba un pie al ritmo de la gaita.
En Venezuela vivimos todos los días bajo un conflicto (pacífico pero armado) en el que mueren, cada fin de semana, más personas que las caídas en los atentados de París y el mundo ni se inmuta, padecemos a un gobierno que instauró el terror para mantenerse en el poder y tenemos una familia que se encharca en su propia miasma cuando quieren hacernos creer que los negociantes no eran tales, que cualquiera puede tener el apellido Flores (vean la nómina del Parlamento cuando Cilia lo dirigía) y que todo es la confabulación interplanetaria para afectar la gobernabilidad, como si su gestión no fuese suficiente.
Los días, las horas, los minutos y los segundos están contados, aunque personajes como Noriega creían que con los gringos los negocios eran negocios, aunque para ellos lo de conspirar para introducir esa “harina” fuese polvo de otro costal.

Llueve… pero escampa

domingo, 8 de noviembre de 2015

Sin límites para el ridículo

Por Miguel Yilales
@yilales
Desde hace mucho tiempo hay quienes creen que son la conciencia de la humanidad, del mundo y de la venezolanidad, pretenden decirle a los demás qué, cuándo y cómo hacer las cosas, lo cual en cierta medida no es malo, por el contrario, hacerlo debiera ser el leit motiv de cualquiera que incursione en la política o quiera constituirse en generador de opinión pública.
Lo malo es, cuando desde esa posición de poder que les dan la política y los medios de comunicación, creen que lo que hagan y digan no tiene consecuencias o lo que es peor que esta le permitirá recoger los frutos al final del camino solo para ellos.
Resulta que hay personajes de la fauna política venezolana, que quisieran ver derrotada a la oposición solo para regodearse diciendo que ellos tenían la razón, que ya sabían que ninguna dictadura comunista salía con votos y que solo ellos salvarán al país cuando vuelva la República, la democracia y la separación de poderes como consecuencia de un proceso de cambio que surja como generación espontanea y no inducido por el liderazgo opositor.
En ese lote se inscriben los que le dicen a la gente: no votes, salva tu voto, quédate en casa, pero no ofrecen más nada que el diagnóstico y ninguna receta para el tratamiento que permita solucionar la crisis que vive el país, a menos que sus planes los tengan in pectore o sean “Solo para sus ojos” como en la película de James Bond.

Sin chequera y sin galán

Esos son los que adversan el totalitarismo chavista pero desean instaurar un totalitarismo con sus ideas (que por supuesto son mejores que las chavistas, pero igual de fascistas) o son los que desean de todo corazón gobernar con sus amigos y conocidos (el mismo nepotismo de estos 17 años) porque nadie esta tan preparado como ellos, aunque al final no puedan influir en los ciudadanos porque no enamoran, no convencen y no tienen los recursos para hacerlo.
La conseja popular indica que el amor no sobrevive a un galán, que los dos no subsisten a una chequera y que no hay nada más peligroso que galán con chequera, aunque hoy en día eso de andar con chequera sea pavoso, obsoleto y vetusto, en especial desde que apareció la publicidad del banco que hasta etiqueta les dio.
Pero si un galán con chequera es además un autoritario inescrupuloso que no tiene reparo en usar el miedo para dominar a los demás, porque sabe que este paraliza a los débiles, entonces se crea la tormenta perfecta que suprime la voluntad y el deseo de lucha. Así fue la historia de quien inició la desgracia que vivimos: se convirtió en galán (sin tener los atributos) por el voto popular y tenía una buena chequera (que no era de él) gracias a la factura petrolera: enamoraba como lo haría un charlatán, cuando le fallaba el parloteo sacaba la chequera para comprar voluntades, luego armaba expedientes para amenazar a sus colaboradores y terminaba con llevar a la degollina a quienes se salieran del redil.
Claro todo eso era fácil, porque si bien es cierto que no calzaba los estándares de estrella, tenía todo el dinero para comprar adeptos y partidarios, además los asesores cubanos le hicieron creer que había tanto amor como para que la gente se resteara con la revolución a pesar del hambre y que en caso de que lo irremediable ocurriera podía dejar a cualquier fantoche sin carisma, educación y autoridad como sustituto porque la fuente de dinero era inagotable.

Todo tiene su final

Al final ocurrió lo que previsiblemente podía pasar: que el que se creía eterno se murió, que el billete se acabó, que heredero del galán sin billete se quedó y que el amor con hambre no duró, por lo menos así lo señalan las encuestas, por lo que a la caterva gobernante solo les queda el miedo, que cada vez es menor.
En este momento los venezolanos estamos en la encrucijada de tomar las decisiones necesarias para acabar con la tiranía que se ha incoado en el poder, podemos dormirnos en los laureles y quedarnos en nuestras casas esperando a un supuesto Salvador que tome el testigo en sus manos o por el contrario actuar con firmeza al ejercer nuestros derechos.
Pareciera mentira que tras vivir la suma de todos los vicios de los siglos XIX y XX en pleno XXI, aun haya quien no trabaje para salir de la tiranía chavista que nos mantiene oprimidos y prefieran que esta se mantenga porque la solución no es la que ellos proponen, lo cual demuestra que a pesar de lo mucho que dicen querer al país no tienen límites para el ridículo.

Llueve… pero escampa

domingo, 1 de noviembre de 2015

Ni que llamen a la mamá 'e Tarzán

Por Miguel Yilales
@yilales
Existen numerosos ejemplos de seres humanos criados por animales y no por eso perdieron su humanidad y terminaron convertidos en bestias. Por supuesto que me refiero al mundo literario y no a ninguno de esos personajes del mundo real que, de vez en vez, aparecen.
Virgilio nos hablaba de dos legendarios hermanos fundadores de Roma que fueron amamantados por una loba y, sabemos que Rómulo y Remo, conformaron lo que sería todo un imperio aunque terminase en la decadencia o Rudyard Kipling quien nos describió a Mowgli también criado por lobos y que adquiere la capacidad de comunicarse con algunos animales, pero ninguno tan significativo como el personaje creado por Edgar Rice Burroughs: Tarzán.
Y digo que ninguno tan representativo como él porque tiene 86 adaptaciones cinematográficas, varias versiones radiales y televisivas, múltiples formatos impresos y porque hasta su mamá, sin ánimos de nombrársela a nadie, alcanzó connotación.
En Venezuela por ejemplo, cuando se alude a ella, se puede querer decir que una persona es poseedora de un ego tan elevado que se cree la progenitora del rey de los monos o puede denotar, bien imposibilidades: “lo va a arreglar la mamá 'e Tarzán” o una negativa rotunda: “te lo va a pagar la mamá 'e Tarzán”.

La junta de la liana

Todo esto viene a colación porque pareciera que en el país hay un grupo de conocedores de la política, escribidores de oficio y generadores de la opinión pública nacional que ven en la mamá 'e Tarzán la solución a nuestros problemas o que amenazan con ella cuando se ven con el agua al cuello.
Fíjense que en las últimas semanas todo el mundo la ha mentado por múltiples razones, me refiero a la progenitora del hombre mono y no a otra aunque motivos haya de sobra para hacerlo, en especial cuando no se consigue comida, medicinas, hay que hacer largas colas para adquirir cualquier cosa o se consigue ropa rebajada (voluntariamente a juro) pero no tiene con que adquirirla.
Por una parte está el heredero de las glorias del tiranozuelo del siglo XXI (aunque hay aduladores que propusieron inventar el título de libertador del siglo XXI) que juró por un puñado de cruces que acataría los resultados electorales, aunque para su show hubiese tenido que poner a rodar la especie que su ministra electoral había fallecido y resucitarla al tercer día, para luego decir que nunca, jamás, bajo ninguna circunstancia, y eso incluye a la tan mentada mamá 'e Tarzán, entregaría la revolución, como sí alguien quisiese quedarse con ese esperpento.
Él dijo, en una actitud que dejaría pálido a Kim Jong Il y a Robert Mugabe, que sí en el proceso electoral del 6D ocurría lo que señalan todas las encuestadoras entonces implementaba una junta cívico militar, como si fuese un secreto que el régimen venezolano con tantos ministros, gobernadores, alcaldes, embajadores y diputados que se guindaron en la liana de la revolución para saltar de lo castrense a la política, cada vez es menos civil.

Jueces y verdugos

Y eso es lo que pasa cuando tienes al frente del país a un mofletudo personaje, con una gran bocaza, grandes ojeras con ojos, que destaca por sus disparates y que nos recuerda a aquellos personajes creados por Jim Henson, me refiero en lo bufo y no solo porque se comporte como si fuese un Muppet de los hermanos Castro.
Pero no crean que esa sea una característica exclusiva del gobierno. En la oposición también hay sus disparateros. Son jueces y verdugos, una especie amalgamada entre Secondat, Robespierre y Charles Henri Sanson (quien decapitó al Luis XVI), que deciden cual debe ser el destino de quienes aspiren pisar la tierra que ellos pisan y respirar el aire que respiran. Es que ni que la madre de Tarzán gobierne en el imperio del norte esperan compartir los privilegios que solo a ellos, como los “únicos” que se han sacrificado con el exilio y los “únicos” verdaderamente perseguidos, les corresponden.
Para que la protección del asilo se dé deben concurrir dos hechos: el miedo (subjetivo) por la persecución y los elementos de convicción (objetivo) por el acoso. En este país todos cumplimos el primero, del segundo no sé si están todos los que son, ni si son todos los que están.
Hay quienes destacan por las barbaridades, burradas y bestialidades que dicen, que se comportan igual y terminan pareciéndose a lo que tanto adversan al creerse por encima del bien y el mal y que no tienen remedio ni que llamen a la mamá 'e Tarzán.

Llueve… pero escampa

domingo, 25 de octubre de 2015

Una piñata sin caramelos

Por Miguel Yilales
@yilales
No hay actividad que los niños deseen con mayor afición que la invitación a una fiesta. Se les olvidarán las tareas, las responsabilidades, pero nunca el día, la hora y el motivo de una celebración. No es la torta, ni la gelatina y mucho menos el quesillo los que realmente les atraen, ni siquiera los interminables y hasta repetitivos shows de imitadores, magos, bailarinas o muñecos son la esencia de la fiesta. La gran protagonista es, sin lugar a dudas, la piñata.
Recuerdo que en mi infancia, hace ya unos cuantos lustros, por lo general las piñatas estaban llenas de caramelos, chocolates y pequeños juguetes y nos turnábamos para tratar de reventarla con el palo de la piñata. Lo cierto es que la meta era que todos tuviésemos la posibilidad de recibir parte del relleno.
Lo que a ningún organizador de fiesta infantil se le ocurriría hacer es cursar invitaciones para muchos niños, llamarlos para la piñata y llenarlas de piedras, menos aun no rellenarla solo para que los infantes se vayan de la celebración con las manos igualitariamente vacías. Eso solo se le podría ocurrir, y a las declaraciones me remito, si quienes organizaran las fiestas siguieran las directrices de este bodrio que llaman revolución bolivariana, antiimperialista y chavista.

No vale Santa Lucía

Para estos desalmados, que promueven votos de pobreza para los demás pero son voluptuosos sibaritas en el vestir, el comer y el beber, lo lógico es amasar grandes fortunas, violar la ley, asediar y hostigar a los que no piensen como ellos, para luego huir y decir que no aguantaron más las presiones, no importa que no hayan tenido la fortaleza, ni la entereza para enfrentarla antes. Nada de coraje en asumir la responsabilidad, ni de valentía para oponerse a las decisiones arbitrarias y violatorias de la constitución, de quien está llamada a ser garante del debido proceso o de alzar la voz a tiempo para evitar que la injusticia se hiciese norma. Es que después de ojo sacado, no vale Santa Lucía.
Antes fueron Luis Velásquez, Eladio Aponte, Leamsy Salazar, Rafael Isea, ahora se les suma el fiscal patriota, bolivariano y revolucionario (hasta hace poco) Franklin Nieves, quien luego de esgrimir la guadaña en contra de Leopoldo López (se supone que el fiscal demostró la culpabilidad del imputado), celebró que la jueza lo sentenciara y que fue elevado al Olimpo de los próceres revolucionarios por Luisa Ortega Díaz, sale a denunciar que fue presionado y que trastocó la verdad en mentira para cumplir la orden de mantener en la cárcel a un inocente y satisfacer los retorcidos fines de Nicolás Maduro, Diosdado Cabello y cuanto bicho con pesuña hay en la revolución bolivariana.
Cabría preguntarle ¿A cuántos más llevó a juicio y permitió sentenciaran sabiendo que eran inocentes solo porque lo presionaron?, sí trabajó bajo los designios de Luisa Ortega desde hace 7 años ¿Por qué tardó tanto en denunciar cómo su exjefa obliga a los fiscales a actuar contra el debido proceso? ¿Con qué tesitura moral les pide a los fiscales y jueces que sean valientes cuando él no lo fue?
Todo un tema de discusión y reflexión para quienes aun creen que la turba que se apoderó del poder tiene algo de talante democrático.

Una poblada infantil

Estos remedos de ciudadanos solo desean permanecer en el poder porque sus riquezas mal habidas vienen del latrocinio de los dineros públicos y saben que una vez desalojados de su posición de mando deberán rendir cuentas por destruir al país desde que aparecieron en la vida pública, por los inocentes que sentenciaron y asesinaron por pensar diferente, por la delincuencia y grupos de exterminios extrajudiciales que promovieron, por el caos anárquico, la inseguridad, la escasez y la inflación que estimularon, por dilapidar la fortuna que ingresó al país e imbuirnos en el más desastroso atraso.
A nadie le gusta una piñata llena de piedras, menos les agrada que le arrebaten lo que en justicia “piñateril” le correspondió y no perdonan, so pena de que una poblada infantil tome la justicia en sus manos y acabe con la fiesta revolucionaria, que los engañen.
Ese es el país que tenemos tras 17 años de una involución política generada por el más perverso sistema de distribución de miseria como lo es la revolución bolivariana y por esta claque que disfruta las bacanales revolucionarias, liban los escoceses más añejos, pero que deciden irse al Imperio cuando ven una piñata sin caramelos.

Llueve… pero escampa