domingo, 25 de septiembre de 2016

Transgresión sin vaselina

Por Miguel Yilales
@yilales
No hay acto más aberrante que una violación. Es por ello que cuando alguien es acusado de hacerlo y lo remiten a un centro carcelario, los otros reos lo ven y lo tratan con desprecio. Eso de obligar a otras personas contra su voluntad o cuando se hallan privados de los sentidos es sin lugar a dudas una vileza, una ignominia y una afrenta que, en algunas culturas y otras épocas, se cobraba con la castración del agresor.
Hay casos en que los conquistadores cobraban, con violaciones masivas, su premio en el conflicto, esto a la postre terminaba como crímenes de guerra. Las tropas nazis en su avance hacia Bélgica, Francia, Holanda y el este europeo lo cometieron y los rusos, ni cortos ni perezosos, les devolvieron el agravio con más de un millón y medio de víctimas alemanas, búlgaras, checoslovacas, polacas y yugoslavas. Toda una tragedia humana.
Pero no es a ese tipo de ultraje al que quiero referirme sino al que se comente en nombre de una ideología para someter a los demás por medio del quebrantamiento de leyes, tratados, preceptos y promesas. Por supuesto que en esa materia, quienes se han apoderado de las instituciones en estos 18 años, se han convertido en peritos y expertos por su agresividad, procacidad y desprecio para con sus víctimas: los venezolanos. En ese tiempo se graduaron, hicieron maestría y hasta se doctoraron.
¿Violación o prostitución?
Aunque pareciera que hay violados que están a la espera, casi como una especie de Síndrome de Estocolmo, de que llegue nuevamente el agraviador. Y ese debe ser el caso de quienes, sin rubor alguno, le declararon al país y al mundo, a través de los medios de comunicación, que nuestro espacio aéreo había sido violado, solo en este año, más de 25 veces por parte de aeronaves estadounidenses, con lo cual uno no sabe si catalogarlo en el renglón de violación o de prostitución.
Es que luego de las declaraciones, que denotan un pueril conocimiento del derecho internacional, del señor con nombre ruso (que lo pronuncian con acento en la i, aunque omiten la tilde) y cuyo apellido lo asemeja con Vito Corleone (no pretendo igualarlos en desventuras, aunque uno nunca sabe), en las que señalaba que en plena cumbre de los países no alineados, ocurrió la última incursión hostil a 123 millas náuticas, se comprende el porqué la alimentación de los venezolanos, actual función a él asignada, está condenada al fracaso.
Sí desconoce lo más elemental para lo que supuestamente se preparó durante 4 años de estudios en la academia militar (con mejores profesores que la actual plantilla académica de esa institución que hoy cuenta con una reputada y mentada persona en los neoyorquinos predios judiciales) y en 32 años de carrera, que podemos esperar en un área en la que es un neófito, a menos que se incluya en su resumen curricular aquel desfalco alimentario, que la delincuente banda roja, le hizo a la nación con el Plan Bolívar 2000.
La displicencia de quienes están llamados a defender los intereses de la nación y garantizar su seguridad, no puede ni debe ser emulada por los millones de venezolanos que aspiramos un país más culto, educado, productivo, eficiente, democrático y de ciudadanos.
La estocada final
No nos podemos sentar a esperar a que los irresponsables que echan por tierra el estado de derecho y la justicia desde la esquina de Dos Pilitas, las comadres que propician la destrucción de la confianza en cualquier salida electoral y las demás instituciones que constantemente violan la constitución y las leyes para que se abjure de la democracia, regresen como si nada a continuar con el abuso.
Sí sabemos que estamos frente a unos déspotas que no creen en la justicia y que les importa un bledo la legalidad, debiéramos tener una respuesta por cada pestilente movimiento rojo, que siempre constituirá un atropello y una transgresión sin vaselina, en vista de lo cual causa desazón que quienes dirigen a la oposición (supuestamente versados en la política) hayan sido lentos para reaccionar frente al estupro electoral que es el cronograma para el Revocatorio.
Este es el momento de dejar de lado las medias tintas y dar una respuesta, Política y de Políticos (ambas con P mayúscula), en rechazo al abuso. Hay que rebanarles el poder, paso a paso, a quienes están ahí apoltronados, para que luego de quitadas las capas externas lleguemos al corazón, como si de una cebolla se tratase, y le demos la culinaria estocada final.
Llueve… pero escampa

sábado, 17 de septiembre de 2016

Medias verdades, son puras mentiras

Por Miguel Yilales
@yilales
Los niveles de confianza entre los venezolanos (eso incluye a los que se han ido) han sido dinamitadas como consecuencia de haber estado cobijados bajo el imperio de la mentira, el engaño y la falsedad, única forma de actuar de quienes han dirigido los destinos del país por 18 años.
Mentirosos con poder son poderosos con mentiras
Cuando se instauraron en el poder afirmaron que eran demócratas y ya sabemos que no lo son; abjuraron del comunismo y del socialismo y a nadie le queda duda que se acogieron bajo las alas de los más perversos dinosaurios de la izquierda latinoamericana y mundial; aseveraron que no expropiarían y defenderían la propiedad privada pero apuntaron sus baterías para robar al exitoso, destruir el aparato productivo y arruinar a la empresa privada; ratificaron, una y otra vez, que acabarían con la pobreza, con los niños de la calle, con la miseria y hoy hay más pobres, la gente se alimenta luego de hurgar en la basura y los niños suplican en las carnicerías por pellejos para saciar el hambre y son los mismos que decían construir un país potencia que ahora solo tiene capacidad para exportar las desventuras de los expatriados.
Los que instituirían una democracia participativa y protagónica nos convirtieron en un Estado fallido, sin instituciones, sin equilibrio de poder y sin las condiciones mínimas para interactuar en el marco internacional, a menos que sea entre los sátrapas, tiranos y dictadores que todavía pululan en el orbe.
Arruinados y destruidos
Barricas de güisqui
En cualquier país del mundo al transcurrir 18 años una persona alcanza la mayoría de edad, se emancipa y se supone que abandona la educación básica para iniciarse en la universitaria, es también el período que necesitan permanecer, ciertos destilados de malta escoceses, en barricas de robles para ofrecerlos a los paladares más exigentes y es la etapa máxima que alcanzan a vivir algunas mascotas (perros y gatos) lo cual es una largo devenir en la vida animal (y en la vida política). En ese transcurso los delincuentes de cuello rojo se repartieron un botín llamado Venezuela.
Al momento que el cadáver insepulto llegó al poder aún no existían las redes sociales: Twitter, Facebook, Instagram, LinkedIn eran ideas que no veían la luz. La comunicación instantánea y las video llamadas cuentos de películas y series de ficción. Por eso resultó más fácil, con la complicidad de algunos medios de comunicación, ofrecer la destrucción del país porque resurgiría esplendoroso como el Ave Fénix.
En ese autobús se montaron todos los resentidos y rencorosos que buscaban venganza, mientras se enriquecían con facilidad: unos hermanos que renegaban por el asesinato de su padre, un confeso secuestrador, delatado por sus propios camaradas; unos uniformados que necesitaban asirse a la liana que los ascendieran de las catacumbas en que se encontraban por merito propio; unos encapuchados, mediocres, mal hablados, ignorantes, reposeros y sin vergüenzas que siempre necesitaron de muletas ideológicas para medio ser o medio existir. Toda una pestilencia sin cura en que la mentira y la manipulación ha sido su esencia.
El ascenso de la mediocridad
Ellos se engañan a sí mismo y a todos los demás: el heredero con doble nacionalidad (siempre negada) cree que aparenta algo de sapiencia cuando habla aunque todos sepamos que es la suma exponencial de la ordinariez, la incultura y la chabacanería, mientras que el capitán cavernícola se la pasa en mítines, reuniones y templetes pero niega, a diestra y siniestra (aunque su naturaleza solo es siniestra), estar en plena campaña preelectoral.
Por eso es que indigna que desde la acera de enfrente se usen los mismos modos, desespera que el encargado de las relaciones internacionales de la MUD, luego que hizo turismo para denunciar el talante antidemocrático del régimen, despotrique del MERCOSUR porque exigen cumplir con las normas de adhesión, con lo cual no sabe si mintió antes o lo hace ahora, y exaspera que los supuestos líderes omitan decir que sí no se recogen las firmas antes del 12 de octubre no dan los lapsos máximos (menos sino se presiona con calle a un CNE en los límites) para que el revocatorio sea antes del 10 de enero.
Los venezolanos no estamos para medias tintas o mentiras blancas, por ello se le exige a quienes dirigen que actúen con la entereza que la crisis amerita y no cuando quedan en cueros con unas medias verdades que a final de cuentas, como dicen Los Amigos Invisibles, son puras mentiras.
Llueve… pero escampa

sábado, 10 de septiembre de 2016

De política, bodoques y lapsos

Por Miguel Yilales
@yilales
En estos días un personaje versado en el arte de hacer posible lo imposible (no me refiero a la magia sino a la definición aristotélica de la política) y que aspira a dirigir los destinos del país le dio por demostrar que la politología es, en esencia, una ciencia ligada a la emocionalidad y no a la racionalidad, lo cual me preocupó por ser un área (junto a la comunicación social) en la que he procurado prepararme para ayudar a corregir los dislates que nos llevaron a que, como país, diéramos un paso al frente cuando estábamos al borde del precipicio.
Hasta ese momento, el entendido ser, había demostrado (como es mi creencia) que la forma de triunfar era preparándose, como decían antes “con las pestañas quemadas en los libros” (ahora es por las pantallas), que los méritos se lograban por medio del esfuerzo y que lo racional debía privar sobre lo emocional pero, según esta nueva erudición en el manejo de lo político, surgida a las sombras de la revolución (que en su momento obnubiló a mucho opositor), nada de eso es verdad sino que lo primordial es la conexión sentimental.
Por esa vía quien aspire a dirigir los destinos del país debe decir lo que los demás quieran oír, no lo que deba; satisfacer a las enardecidas masas del teclado que claman por sangre (cual excitada plebe del ciberespacial Coliseo romano), no situar las cosas en su justa medida así disguste a sus seguidores y dirimir las diferencias por las redes sociales, no en el fragor del debate político.
De crítica a chavista
Viacrucis para el Revocatorio (infografía de AFP) 
Según la tesis esgrimida por esos gurúes de la política, en Venezuela no aplica el que un gobernante deba prepararse para atender la crisis que agobia a sus administrados; es ilógico que sean ingenieros, científicos y académicos quienes analicen las fortalezas y oportunidades que se tienen para alcanzar el éxito y no vale la pena que los niños se preparan para ser exitosos en un mundo más competitivo.
Eso explica porqué hemos padecido a unos ignorantes al frente del Estado (nadie puede argüir que la momia insepulta era culta porque recitaba párrafos o porque, como llanero, era cuentero y que su heredero sea una lumbrera porque algunas de sus neuronas hacen sinapsis cuando lee los guiones que le dan), sufrimos epidemias erradicadas, nuestros coterráneos se mueren de inanición y tenemos un nivel de pobreza que ya dejó de ser crítico, no porque la hayamos superado sino porque aún no han inventado una peor clasificación, a menos que pobreza chavista sirva como categorización.
Diputado (MUD) Timoteo Zambrano y enlace
con negociadores
Los tiempos que vivimos son trémulos pero en nuestra fauna política han destacado unos bodoques que reman en el mismo sentido de lo que dicen adversar, no en lo ideológico, lo filosófico o lo político sino porque ven una cascada y apuran la boga en el sentido de la corriente: critican todo lo que se haga y no proponen nada; aspiran que los demás se inmolen para, sin sacrificio, quedar como el último de los mohicanos (a diferencia de la novela estos ni luchan, ni se ofrendan); dicen tener las soluciones por ser los elegidos pero que se lo reservan para no comprometer a nadie (ni a ellos) y actúan como traidores y negociadores de oficio capaces de vender a su madre con tal de aparecer en la fotografía.
Las de Villadiego
La MUD exige que el Revocatorio sea en el 2016
Por eso es que sí usted es un líder político y descubre en su entorno a personajes tan pusilánimes, como los descrito en el párrafo anterior, debe dejarse de conexiones sentimentales y cálculos políticos porque está en la obligación de desenmascararlos, de exponerlos al escarnio público y de denunciarlos sin ambigüedades de manera tal que no quede como una pelea por rivalidades internas, preservación de espacios y necesidad de vocería.
Mientras el titán de Villa Rosa (así lo catalogó el encapuchado vengador de los “desjuguetados” de McDonald’s), el que venció a las huestes armadas que lo emboscaron con la más alta tecnología (culinaria) y el que se sobrepone a la adversidad (al coger las de Villadiego) usa al ministerio de elecciones (CNE), al ministerio de linchamientos (TSJ) y al servicio de espionaje batracial infernal (SEBIN) para obstaculizar el revocatorio y que no den los lapsos, necesitamos a políticos preparados, decididos y avezados que actúen, que motiven y que frente al régimen, que destaca por tramposo, malamañoso y zascandil, digan “cuenten conmigo” para que el presidente obrero, autobusero y reposero sea recordado, señalado e invocado como el presidente revocado.
Llueve… pero escampa

sábado, 3 de septiembre de 2016

No vuelvo a salir

Por Miguel Yilales
@yilales
“Luego de todas las expectativas planteadas, el tiempo para la convocatoria, toda la organización y la indignación de la gente… se desperdició todo el capital político” me dijo un eterno combatiente y resentido del teclado, molestó porque no repartieron el lote de armas que, según el gobierno, tenía escondida la oposición, porque no convirtieron la masiva manifestación en una masacre y porque no aparecieron los marines, lanzándose en rapel desde los helicópteros, que supuestamente (puro cuento) había movilizado el Comando Sur.
Más de 1 millón de ciudadanos en la Toma de Caracas
La realidad es que la oposición cumplió con los objetivos planteados, movilizó a la sociedad venezolana y demostró que con organización se puede poner contra la pared al gobierno que, como de costumbre, quedó como aquel emperador que nadie veía desnudo por temor a las represalias del SEBIN del reino, aunque al final la verdad saliera a la luz a pesar de las manipulaciones goebbelianas propias de los regímenes totalitarios (aún me refiero al cuento danés).
Es que por mucho que se esforzaron por vender a la oposición como violenta, por mucho que “invitaron” a salir bajo amenazas a periodistas y corresponsales extranjeros, por mucho que militarizaron la ciudad y la llenaron de contingentes armados hasta los dientes, por mucho que trancaron las estaciones del Metro para imposibilitar que la multitud se trasladara, por mucho que cerraron los accesos a Caracas y que pusieron alcabalas que retrasaran la llegada de un grupo de indígenas, unos valientes con discapacidad y un cura de pueblo, la gente salió a las calles para tomar, por los cuatro costados, la ciudad.
Descocado y desubicado
Esta semana la oposición y su dirigencia, desde los más radicales hasta los más “come flor” (hay para todos los gustos), salieron a las calles caraqueñas de manera aplastante, multitudinaria y contundente. De nada sirvieron las mil millonarias campañas por las emisoras de radio y televisión, las inútiles y fastidiosas horas de cadenas ni la campaña electoral adelantada que realizó el cavernícola teniente que no pudo desenfundar el mazo, es decir, que se le quedó adentro (de la vaina).
Se ratificó lo que decían todas las encuestas: que hay una mayoría evidente que quiere salir de esta desgracia; que nadie se come el cuento de la guerra económica, de la invasión gringa, de los dirigentes políticos explosivistas, de unos paramilitares que montaron un campamento a 500 metros de Miraflores y que todo ese gamelote seco solo sirve para alimentar a una recua.
Cacerolas en Villa Rosa hacen correr a Nicolás Maduro
Los venezolanos estamos dispuestos a despachar políticamente a un régimen troglodita, minoritario y que se deslegitima a diario, a pesar de los obstáculos de las comadres del CNE, las trabas del pusilánime TSJ y las propuestas leguleyas de los salta talanqueras de oficio, y si no creen pregúntenle a los habitantes de Villa Rosa, en la isla de Margarita, que sin miedo encararon y terminaron de sacar de sus cabales (está peor que aquel que veía camisas voladoras) a un descocado y desubicado al que solo le quedó agredir a una indefensa mujer porque atentaba contra su gordinflona humanidad presidencial con una cacerola vacía.
Con mis pertrechos
La lucha política no es fácil, a menos que se agarren atajos que indefectiblemente nos llevan a cosas peores que las que tenemos. Para consolidar esta mayoría, que siempre será circunstancial, hay que continuar el trabajo: recorrer ciudades, poblados y calles; ir casa a casa y contactar, cara a cara, a los ciudadanos con una propuesta que no esté supeditada a otro falso mesías.
"Los guerreros del teclado" por @edoilustrado
Los radicales que llaman a dejar la sangre y convertir al país en un camposanto; esos que no marchan porque no se prestan al juego y las traiciones de la MUD; esos que se encuentran en la reserva hasta que surja un nuevo liderazgo con un lenguaje de altura pero que tildan de “cretinos” a los que no piensan como ellos; esos que expulsan la bilis mientras planifican (asilo incluido) lo que consideran la única salida válida: Maiquetía; esos que no convocan a nadie (mucho menos a un millón de adeptos) para tomar por asalto a Miraflores; esos se quedaron con los crespos hechos.
Por eso es que no vuelvo a salir a explicarle a los necios que las aventuras con armas solo tienen finales felices cuando firmas los acuerdos de paz con la sangre de tus familiares y sobre los cadáveres de compatriotas, mientras tanto ya alisté mis pertrechos ciudadanos porque yo sí formaré parte de los que reconstruiremos a Venezuela.
Llueve… pero escampa