Miguel Yilales
@yilales
En el país el sincretismo es parte de la cultura. Desde el
proceso de conquista y en especial desde que se iniciaron las primeras olas de
negros provenientes del África.
Toda esta historia de sincretismo viene a cuento porque nosotros
desde la época colonial hasta nuestros días hemos conciliado lo disímil. Así
tenemos que se va a misa pero se lee el horóscopo o se estudia académicamente pero
se cree en lo esotérico.
En la política criolla se ha creído en pipas ensalmadas o en
pepas de zamuro, hay quienes se dicen herederos de salteadores de caminos y
otros que señalan que por sus venas hay linaje del Libertador.
Un sector de la oposición, en esa búsqueda de su tabla de
salvación esotérica, decidió creer que las predicciones de un supuesto profeta.
Y en esto el régimen no se podía quedar atrás.
A pesar que en sus filas hay personas dedicadas a la
quiromancia, esoterismo, predicciones, misticismo y hasta la nigromancia
(aunque parece que la conexión es muy mala), decidieron que personajes importantes
empezaran a incursionar en estas lides.
Las Moiras de la
revolución
En la película “Hércules” de Disney, aparecen las Moiras, personificaciones
del destino en la mitología griega. Son tres mujeres horrendas, ancianas y deformes,
con un ojo que comparten entre ellas. En nuestra historia este trío amorfo, terrorífico
y decrépito es masculino.
Las tres Moiras chavistas, decidieron ponerse sus túnicas rojas
y explotar sus atributos: Cloto es quien hila la hebra de vida con una rueca y
un huso; Láquesis mide con su vara la longitud del hilo de la vida y Átropos quien
corta el hilo de la vida y elige la forma y el momento en que debe morir cada
hombre.
Así tenemos que un militar felón, atrabiliario, devenido en
millonario empresario, con hijos con aspiraciones artísticas así no sepan
cantar aunque el dinero lo puede todo, resolvió demostrar sus dotes como
iluminado y le ha dado por desentrañar todas las conspiraciones que del más
allá le puedan revelar. Es por eso que ha descubierto quienes son los conjurados,
cuales son sus planes, a quienes van a despachar para el otro lado. El va
tejiendo las historias más inverosímiles y sin empacho involucra hasta los más
inocentes.
El siguiente es un médico psiquiatra, manipulador, perverso,
que en cada intervención pareciera excitarse cuando está cometiendo actos de
crueldad en otra persona, que no tiene recato en manifestar su animadversión
contra un dirigente opositor y espetarle que le cae malísimo. Este frenópata,
aunque él debiera ser objeto de estudio para sus colegas, le ha dado por
determinar el futuro de las personas, del país, de la revolución. Y no se percata
que puede terminar como el rector que lo graduó.
Y finalmente el más perverso, el más despreciable de todos, y
no es precisamente el personaje trompetista de un programa televisivo, es el
que corta los hilos de la vida. Un siniestro militar que ataca campamentos de
estudiantes, que arremete contra las universidades, que usa la fuerza policial
de manera brutal y que emplea metras para eliminar a opositores, perdigones disparados
a quemarropa para desfigurar, gas del bueno para asfixiar a la sociedad.
No adivinan, ejecutan
Lástima que estas moiras chavistas no usen sus dones para explicar
porque hay tales niveles de escasez y desabastecimiento en un país con una de
las reservas petroleras más importantes del mundo; por qué en Guayana con uno
de los sistemas de generación hidroeléctrica más significativo del mundo se va
la luz; por qué en Caracas y en otras ciudades del país hay racionamiento de
agua; por qué luego de estar diez años promocionando el uso de bombillos
ahorradores, un guiso implementado por el infalible comandante, ahora hay que
cambiarlos por led por ser menos contaminantes.
Es así que saben que van a haber asesinatos selectivos antes
que ocurran, que van a alzarse militares antes que agarren los fusiles, que los
paramilitares aparezcan financiados antes que los financien, que van a
secuestrar gente antes que los secuestradores estén interesados por ellos. Para
ellos la fortuna se construye sobre los cadáveres de sus enemigos, que por
cierto son venezolanos.
Es que en este sincretismo a tres maulas, delincuentes,
forajidos, bandidos y holgazanes les ha dado por convertirse en los oráculos de
la destrucción que es esta revolución: adivinan lo que les da la gana y cuando
no las pegan, las ejecutan para que se cumplan.
Llueve… pero escampa
A buen entendedor, sobras comentarios.
ResponderEliminarSin embargo, es una forma muy sutil de clasificarlos, cuando la Constitución y el Código Penal Venezilano ya los clasificó como Traidores a la Patria.
Totalmente cierto solo los traidores tienen ese tipo de comportamiento
EliminarExcelente la comparación de los siniestros de la trilogía del mal con las Moiras helénicas.. Saludos.
ResponderEliminarGracias Cheche por tu comentario, esta es la verdadera trilogía del mal
EliminarExcelente artículo, como siempre, los que escribe semana a semana. Los del gobierno se empeñan en señalar que hay tres personajes siniestros del mal en la oposición, pero estos tres moiras señalados acá, dónde se quedan? Si se comparan estos tres con aquéllos tres, quiénes son mas siniestros?
ResponderEliminarLlamense Moiras,Parcas O Nornas esos personajes me recuerdan más bien a los Jinetes del Apocalipsis incluyendo por supuesto al cuarto: el funesto iletrado
ResponderEliminarExcelente la comparacion Miguel,ellos apuestan a la destruccion del pais,hay demasiados Moiras que lo que les conviene es llenerse los bolsillos sin importarles nada,sin embargo faltaron dos que forman el quinteto del mal,lo historia los condenara.
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