Miguel Yilales
@yilales
Hace mucho tiempo atrás vivió un filósofo famoso por sus
excentricidades y porque permanentemente cuestionaba las prácticas ostentosas y
los vicios de la sociedad.
Diógenes, que es a quien me refiero, en una oportunidad
salió con una lámpara a recorrer las calles de Atenas para buscar un hombre
honesto que nunca halló, porque nadie entendía que la felicidad estaba en las
cosas sencillas, que en la naturaleza del hombre estaban todos los elementos
para ser feliz y que en lo externo solo se encontraba la desdicha demostrada
por la opulencia y la preocupación por lo material.
En estos tiempos que corren, donde lo más importante son las
compras nerviosas de bienes innecesarios, a Diógenes también se le hubiese
consumido el aceite de la lámpara, buscando un ser de otra galaxia.
Cuando la revolución llegó al poder trajo la alforja llena
de buenas intenciones, con votos de pobreza y humildad, saliendo de todo lo
superfluo para comprar todo lo superfluo, todos unos descocados que entendieron
el cinismo con sus otras acepciones: impúdicos, procaces, desvergonzados y descarados.
Es que si en algo se han destacado en estos lustros, es en
hacer lo contrario a lo que profesan.
Leales a la proclama
y al ventajismo electoral
Recientemente el arbitro electoral, que exige respeto porque
siempre ha demostrado “honestidad e imparcialidad”, dijo que le parecía normal que
se escogiese la misma fecha de un proceso electoral, para ser leales, no a la
democracia, sino a una supuesta última proclama de un inmortal que feneció,
pero que se sigue comunicando a través de apariciones, reencarnaciones,
transmutaciones y pare usted de contar, con lo cual aquella no sería su última perorata.
Si hiciésemos una encuesta, para usar un método de investigación,
sobre la fecha en que el Libertador dictó su última proclama, de seguro nos
percataríamos que solo los historiadores conocen a ciencia cierta cuándo
ocurrió y cuál fue su mensaje.
Es que Juan Vicente Gómez, que pudiendo ser ignorante e
iletrado como le catalogaban sus detractores sabía más de historia que estos seudobolivarianos,
por lo que hizo coincidir la fecha de ese mensaje de unidad con la inauguración
de la Fuerza Aérea y así mataba dos pájaros, no de los que revolotean en
iglesias, de un mismo tiro.
Es que para los cínicos chaviduroburgueses, incluyendo a los
poderes dependientes que hacen vida en el país, el grosero ventajismo electoral
debe ser investigado una vez se cumpla el proceso, es decir con los ojos afuera
y clamando por Santa Lucía.
A falta de trabajo, buscan
que hacer
Por otra parte nuestros parlamentarios, que se quedaron sin el
trabajo para el cual los contratamos cuando habilitaron al intérprete del
mensaje divino, se van a dedicar a interpelar, es decir a desplumar, a todo
aquel que les parezca.
Por esa vía han decidido llevar a la picota por instigar a
delinquir al “ídolo de una generación”, alias con el que se conoce a un
peligroso facineroso, con lo cual demuestran que no hay intocables y que caerá el
que deba caer, así tengan que resucitar los casos que la justicia prechavista
no juzgó.
Es que reviste de mucha gravedad que alguien de manera
explícita ande amenazando con que va tirar a otro contra la pared y va a
arrancarle la ropa, en especial cuando se están tomando medidas para que el
consumo de bienes, no de somníferos aunque parezca que dormitamos como sociedad,
nos haga supremamente felices.
Este es un tema que la Honorable Asamblea Nacional, único Parlamento
que no parlamenta, debe atender con prontitud como lo hizo el Chico Superpoderoso,
no obstante tener que legislar, dizque gobernar, inaugurar obras ya inauguradas,
recibir serenatas y corear a todo pulmón “te pareces tanto a mi”.
Y si eso no fuese suficiente trabajo, debieran velar porque
a su seno no lleguen personas equivocadas, que sean capaces de creer que tienen
una alba epidermis por el partido en que militaron, y que reniegen de ser
“afrodescendientes”, como se lo increparon a la diputada Rosaura Sanz, cuando
debiera estar de la mano de los que han reivindicado la africanidad: el partido
en el que militan Diosdado, Roy Chaderton, Rafael Ramírez y Nicolás, descendientes
directos de Andresote, Pedro Camejo, José Leonardo Chirino y hasta de Kunta
Kinte.
Es que con estos cínicos lo que provoca es tener la lámpara
de Diógenes, no para iluminarnos en la búsqueda de un hombre honesto, si no
para caerles a lamparazos por deshonestos.
Llueve… pero escampa
Escelente Artículo mi estimado profesor....!!! Escampará y renacerá un nuevo amanecer para nuestra bella Venezuela...!!!
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