Miguel Yilales
@yilales
En algunos lugares, el comienzo del año se festeja con la
tradición de las 12 uvas, que de acuerdo al ritual deben engullirse con cada
campanada del nuevo año y un deseo, algo así como pensar, degustar y no morir,
atragantado, en el intento.
Después vendrán los brindis y los propósitos de alcanzar metas,
para finalmente degustar la cena de fin de año.
Esta tradición viene desde la antigüedad. Los pueblos del
mundo se dieron cuenta de que, trascurrido cierto tiempo, las estaciones se repetían,
los cultivos volvían a crecer y las lluvias retornaban para regar las nuevas
semillas. Un eterno retorno al principio.
Para los babilonios esa repetición de las estaciones era un
motivo digno para celebrarse e instauraron un ciclo de 11 días de fiesta, que
comenzaba cuando la primavera describía sus primeros trazos entre los jardines
colgantes.
En cambio los egipcios recibían con algarabía las señales
que preludiaban el nuevo año: el Nilo empezaba a crecer y el caudal se hacía
propicio para la siembra.
Desde siempre, el nuevo año ha significado el festejo de un porvenir,
una victoria que se desea pero que no ha ocurrido, un elogio a la esperanza cada
365 días.
Deseos que no empreñan
Antes de iniciar este artículo, el 52 del año, hice una
lista de buenos deseos para mis hijos, para mi familia, para mi… todo iba bien
hasta que comencé a elaborar los de esta Tierra de Gracia.
Y no es que no lo desee, es más lo anhelo, porque ser
venezolano es aspirar lo mejor para nuestra tierra, afanarse por ser un país
del primer mundo, con grandes vías, con menores índices de pobreza, sin
indigentes, sin torres de David, sin rencores y odios por la política, donde no
estemos divididos entre ellos y nosotros.
Pero desear un venturoso 2014, solo sería posible como parte
de un desvarío.
Según las estimaciones de los economistas, lo que viene es
joropo, el problema es que nos agarra sin alpargatas, porque el gobierno en su
afán por ganar apoyos foráneos le dio por regalarlas a otros países.
Pero como las cosas no quedan ahí, decidieron 14 años
después rectificar, no por los diálogos o por las leyes de amnistía que se
estudian y nunca llegan, sino con el precio de venta de la gasolina, que en la
onda del precio justo, se percataron era necesario aumentarla.
Asimismo como saben que el dólar oficial es inmanejable e
irreal, quienes viajen a partir del 31 de diciembre deberán adquirir su cupo a
través de las subastas del SICAD o con el precio referencial de este, según
dejó ver el superministro que maneja el “Excremento del Diablo”, con lo cual
devalúan sin devaluar.
El río Guaire que debía estar saneado para este 2014, aun
sigue siendo depositario de aguas grises y negras de toda la gran Caracas, por
lo que seguiremos siendo una ciudad que deposita sus detritos a las costas
barloventeñas, uno de los parajes vacacionales de los mismos que la contaminan.
Un receso con olor a
trabajo
En cuanto a la política, tendremos una larga pausa
electorera, luego de que en 14 años hayamos tenido 17, si como se lee, 17
procesos eleccionarios. Es que el sistema diseñado por los constituyentes, con
muy buen asesoramiento, estaba montado para que no tuviésemos períodos
concurrentes y se evitaran procesos megaeleccionarios, con lo cual se podría
hablar del sistema democrático perfecto.
La lucha contra la corrupción, viniese de donde viniese,
quedó solo para la habilitación de los poderes extraordinarios presidenciales y
los titulares de la prensa. Es decir en una pausa hasta las elecciones
parlamentarias.
Asimismo ocurrió con la disminución de los índices
delictivos e inflacionarios, esto por dos vías bien por la supresión de las
cifras oficiales, no necesariamente reales, como lo ocurrido con la inflación
de noviembre suprimida por decisión del Banco Central o con la violencia por
criminalización de quien informe sobre ella.
Estas y otras razones me hacen desear un venturoso 2015,
porque creo que entre los desaciertos del gobierno, lo errático de la
oposición, el populismo desenfrenado, la corrupción roja desordenada y
licenciosa, la escasez de los bienes de primera necesidad, la inflación
escalando al top 1 del mundo, la inseguridad a niveles indescriptibles y sin líderes,
pareciera que el 2014 no se alejará mucho de la realidad vivida en estos tres
lustros revolucionarios.
A pesar de ello y de quienes critican que critiquemos,
seguiremos tecleando y luchando para que el próximo año no tengamos que diferir
los deseos de buenaventura para el 2016.
Llueve… pero escampa
Esperemos que esos deseos solo se demoren un año. Aunque siento que tenemos 14 años rezagados de la historia. Con la escasez que afrontamos ya ni lluvia habrá un día de estos. Así que habrá que cambiarle el título a la columna.
ResponderEliminarEstimado amigo, hay cosas que por más que quieran no podrán cambiar, usted lo sabe y yo también. Nos ha tocado entrar rezagado a los 3 últimos siglos y aun así hemos salido adelante. Cuando la lluvia escasee será porque escampó, pero vendrán otro tipo de lluvias
EliminarFelicidades
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ResponderEliminarSlingo is one of https://access777.com/ the most popular www.jtmhub.com and popular slots communitykhabar on the market gri-go.com today. Enjoy classic, traditional slots from the https://febcasino.com/review/merit-casino/ comfort of your home with our