miércoles, 5 de febrero de 2014

La oposición madurista

Miguel Yilales
@yilales
En la historia moderna hay acciones que son desdeñables y que sus ejecutores merecen ser tratados con menosprecio. Unos por actuar a la laissez faire, laissez passer de la ignominia y otros por operar de manera inescrupulosa.
Hacia 1940, durante la Segunda Guerra Mundial, hubo dos términos que se usaron indistintamente para designar a los que se decidieron a auxiliar, cooperar con el enemigo o apostaron por plegarse al nazismo para evitar males mayores: los colaboracionistas de la República de Vichy y los quisling (derivado del apellido del primer ministro noruego Vidkun Quisling).
El colaboracionismo es una forma de traición que ocurre luego de una invasión, no importa si es como la ejecutada por el gobierno francés con el ejército Nazi o la del gobierno nacional que permite que a su sombra los invasores sean médicos, entrenadores deportivos, notarios públicos y militares.
Desde el año 1998 hasta nuestros días han pasado tantas cosas que uno siente que se refieren a todo un drama con traiciones, colaboraciones y luchas por el poder, en la que la protagonista ha sido la protesta.

“Que le corten la cabeza”

Así tuvimos que en el principio fue la Asamblea de Educación quien protestó contra el decreto 1011, luego vino la lucha de la Gente del Petróleo por la meritocracia, para pasar al 11 de abril y el golpe de Carmona, lo cual devino en el pronunciamiento de los militares de Altamira y concluyó con el paro general, que de general tenía lo que Quasimodo de Adonis. Cada uno tuvo su líder: los padres y representantes; Carlos Ortega y Pedro Carmona; Horacio Medina y Juan Fernández; Enrique Medina Gómez, Néstor González y Héctor Ramírez Pérez; Carlos Ortega y Carlos Fernández.
La principal observación de los políticos de antes, que como el gobierno son los mismos de ahora, era que el fracaso se debía a que esas protestas habían sido lideradas por unos segundones en política, por unos amateurs y que el trabajo debía ser realizado por los profesionales es decir por los big leagers en el ejercicio del poder.
Estas luminarias de la política clamaron, como la Reina de corazones rojos en la obra de Lewis Carol, por la cabeza de los responsables del fracaso.
Es así como desde 2004 y ante la decapitación masiva, estos conocedores de Aristóteles, Platón, Cicerón, Maquiavelo, Hobbes, Rousseau, Rawls, McIntyre, Walzer y de todos los que han escrito sobre filosofía y teoría política, asumieron las riendas de la corriente opositora al gobierno y como consecuencia, era de esperarse, se acabaron los fracasos en la oposición en el mundo paralelo… pero el mundo real es distinto al de ficción.
Durante 10 años, han pasado dos ciclos olímpicos en el juego político: 3 elecciones presidenciales (una sobrevenida), 3 elecciones de gobernadores, 3 elecciones de alcaldes, 3 elecciones de la Asamblea Nacional y los mismos actores se mantienen en el poder opositor, sin inmutarse o asumir responsabilidades.

A la espera del tiempo de Dios

Si alguien emite una crítica es tildado de reptil fósil; sí alguien los increpa por la única vía en que se les ve, las redes sociales, lo bloquean; si alguien levanta la voz hacen que sus huestes los persigan por jugar a la división, no seguir su liderazgo único, por pensar distinto y por osar proponer salidas, así sean constitucionales, distintas a la de ellos. Es decir una especie de sectarismo oficialista chavista, revolucionario, socialista y obrerista pero opositor.
Los franceses no celebran la derrota de Waterloo, los herederos del imperio Otomano no consideran una fiesta nacional el 7 de octubre, fecha en que ocurrió la batalla naval de Lepanto, como tampoco es fecha de grato recordatorio para Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte el 19 de octubre de 1791 cuando se rindió incondicionalmente ante los Estados Unidos de América.
Solo esta caterva que les dio por destruir el país son capaces de celebrar el 4 de febrero y pretender que es en sí misma una épica a contar y un sector de la oposición que dice que se gana perdiendo, con lo cual parecen asumir que no se debe cambiar nada.
Nadie renuncia, nadie hace un mea culpa, nadie abre juego para que otros asuman el liderazgo, pareciera que estos quisling maduristas bien por afinidad ideológica, por simpatía con el enemigo, por coincidencia en los objetivos, por coacción e incluso por miedo les dio por colaborar esperando que la perfección del tiempo de Dios les favorezca.

Llueve… pero escampa

2 comentarios:

  1. Estimado Miguel:
    Lamento estar en total desacuerdo con tu artículo. No creo que lo atajos y la resistencia nos lleve a un buen fin, ni a la oposición y menos al país. Es más, creo que el gobierno está ligando a que acudamos a ese alternativa para distraer y justificar a lo mejor atrocidades. Creo que la acción Política es la acertada, pero requiere tiempo, sacrificio e inteligencia. Me extraño no leer en ninguno de tus artículos anteriores, ninguna queja o análisis de los ataques que le hacían a los que se dedican al trabajo Político y leyendo tu artículo entendí esa ausencia de tu crítica. Para mi Diego Arria, María Corina y Leopoldo no representan nada, pues escribir de política es fácil, decirle a los demás los que deben hacer es cómodo, exigirle a los demás lo que no estamos dispuestos a sacrificar es falsedad. No me anoto en la antipolítica, de esos frutos cosechados en la cuarta el beneficiado fue otro. Venezuela no es solo el ciberespacio ni Altamira. Solos en la lucha es poco lo que logramos y mucho el sacrificio que deberemos pagar, para el final dejarlos más amarrados al poder como la historia reciente nos puede refrescar. Cuando ellos hagan un trabajo político más allá de la oposición o de una "salida" entenderán los verdaderos problemas del país y hacia que sectores dirigir su discurso para lograr una verdadera mayoría que no se podrá ocultar con ninguna trampa.

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    1. Estimado Luis agradecido por que me leas y que hayas compartido tus observaciones. Me place de sobremanera el debate de las ideas, lo cual me lleva a hacer algunos comentarios sobre tu planteamiento.
      Comienzo diciéndote que en ningún momento he planteado "atajos", por cierto una palabra que usa el gobierno y que a algunos dirigentes de la oposición parece gustarle, por el contrario siempre ha sido mi pensar que el ordenamiento constitucional, como ley máxima de la República, establece mecanismos contra la tiranía, así como también lo hicieron en su época San Agustín y Santo Tomás.
      Siempre he creído que los bravucones mientras no los enfrentes tendrán poder, llámense estos pranes, líderes o presidentes y uno de los dramas más grandes que tenemos es esa anomia que nos va consumiendo.
      Concuerdo contigo que la acción política es la acertada, con lo cual me permito señalar que la protesta, no solo es una acción política sino que es un derecho ciudadano inalienable, En mi artículo critico a los líderes de la oposición que ven en lo electoral la "única" salida y que a pesar de llevar a la oposición de fracaso en fracaso, siguen dirigiéndola sin permitir el relevo natural.
      Se criticaba a Chávez por pretender perpetuarse en el poder, pero hay dirigentes de los partidos de oposición que tienen más tiempo al frente de esas agrupaciones que lo que él al frente del país, además son los eternos candidatos para todo: saltan de una alcaldía para una diputación y sin que se haya terminado el período y las funciones para las que fueron electos, se postulan para un nuevo cargo.
      Es muy valedero que algunos de los que nombras no representen nada para ti, de seguro que para otros ni los que nombras, ni los que dejas de nombrar tampoco lo hacen.
      Tampoco me anoto en la antipolítica, como tampoco lo hago en la odioso lenguaje chavista de cuarta y quinta república. Como he recorrido el país en los últimos años y a ti te consta, la realidad que hablo no la hago ni desde el ciberespacio, ni contemplado el obelisco de Altamira.
      Los que dejaron solos a los que lucharon desde el principio son precisamente los que hoy se consideran los ungidos para salvar la patria. La salida electoral requiere reglas claras y para exigirlas tener con que. Lamentablemente el gobierno habla de diálogo para oxigenarse, pero no hay una sola muestra en ese sentido o es que ya le devolvieron las competencias a la Alcaldía Mayor, depuraron el REP, renovaron a las autoridades del CNE, TSJ, CGR según los procedimientos que establece la Constitución, distribuyeron las comisiones permanentes de la Asamblea Nacional según la distribución proporcional... si es afirmativa la respuesta entonces están dialogando y yo estoy equivocado, si la respuesta es negativa entonces lo que hay es un monólogo y quienes participan son convidados de piedra.
      Agradecido por tus comentarios, te reitero mi consideración y estima

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