Miguel Yilales
@yilales
Definitivamente no vivo en Venezuela. He
tratado de buscar cuál es el país donde me encuentro. A veces creo que unos
extraterrestres marcianos, digo por lo del planeta rojo, deben habernos
abducido con fines ocultos y no nos dimos cuenta.
Esto viene a cuento porque próximamente será
inaugurada una feria para promocionar al país como destino turístico, lo cual
me parece fantástico, porque creo en ese sector como fuente de ingresos distinta
al excremento del Diablo.
El problema es que junto a la exposición
ferial empezaron a difundir un video en el que aparece una promotora (espero
que el teniente, capitán, diputado, presidente, animador y padre de la criatura
no se ofenda por llamarla así, pero es indiscutible que su trabajo es como el
de esas lindas jóvenes que lo convencen a uno en restaurantes y locales, con
vestidos muy cortos, para que gaste lo que no se puede).
Resulta que el video musical que les comento, irreversiblemente
es de aquí, pero no para los de aquí.
Conozco la mayoría de los parajes y locaciones
usados en el video descabellado que promociona al país y me parecen
maravillosos. Lo que creo irreal es que la tropa bolivariana y menos la
apátrida oposición pitiyanqui pueda recorrerlos o por lo menos visitarlos.
Turismo
pa’ musiú
Ir a Los Roques, Canaima y para remate a ese
paraíso que es El Furrial, no lo digo en sentido despectivo sino que por ser el
lugar de nacimiento de padre de la artista debe estar cercano al Olimpo, es
oneroso para cualquier mortal que gane y gaste en bolívares.
Fíjense que solo con ir a uno de los destinos
como Los Roques, a pasarla como la una, es decir, sin acompañante, sin comida,
sin bebidas, entre pasajes y jugueticos: paseo en helicóptero, alquiler de
kitesurf (para deslizarse en el agua empujado por una cometa de tracción, un
deporte que practican a diario los venezolanos) y de flyboard (un jet
propulsado por un chorro de agua que se compra en mi casa bien equipada y que
muchos lo llevan cuando bajan a La Guaira) y lentes para el sol RayBan Aviator,
un profesor universitario tendría que trabajar 24 meses continuos sin esos
gastos superfluos de comer, beber, vestirse, lavar, planchar o salir a la
esquina.
En el otro destino, Canaima, la cosa pintaría igual.
Porque lo que no se gasta en flyboard y kytesurf se va en los 3 días con
excursiones en ese paradisíaco parque nacional. Un obrero de los que ganan el
sueldo mínimo más alto de Latinoamérica tendría que ahorrar en su cochinito (no
me imagino el tamaño de ese receptáculo) por lo menos durante 4 años todo,
todito, todo su salario, incluyendo el bono de alimentación para darse ese
gusto burgués.
Claro está, siempre saldrá alguien con una explicación,
que si el video es para promocionar a país afuera como el destino chévere del
Caribe y no para el turismo interno y es por eso que salen todas esas banderas
de los países del Alba, Mercosur, Centroamérica y el Caribe para que traigan
los dólares, los cambien al mercado paralelo y les salgan unas vacaciones cheverísimas.
Luz en
la calle, oscuridad en la casa
Lo que no promociona este video es que usted,
amigo visitante, puede permanecer hasta 8 horas esperando un vuelo que nunca
saldrá a tiempo, que le tocará esperar en el aeropuerto sin que nadie le dé una
respuesta o le resarza los inconvenientes, que si pierde la conexión le tocará
pedirle a María, y no precisamente la que está en Nueva York, para ver quien lo
ayuda.
Por otra parte le recomiendo solicitar (no se
preocupe por la inseguridad que ya un diputado con experiencia policial
solucionó eso) llegar en la noche para que así vea el hermoso nacimiento
viviente que es Caracas con sus lucecitas encendidas, que disimulan el cinturón
de miseria que la rodea, por cierto muy disminuido desde que la Misión Vivienda
empezó a entregar apartamentos y los ranchos quedaron abandonados.
El problema no es que Venezuela no sea un país
para querer, tenga parajes hermosos o su gente sea maravillosa, el asunto es
que la realidad es diferente a lo que se pretende mostrar, a menos que usted
sea millonario o esté enchufado en este bochinche que es la revolución bonita.
Aquí sigue campante la violencia, la
inseguridad, la impunidad, la miseria, las pandemias y la inflación, mientras a
algunos solo les importa promocionar a sus herederos, a los demás nos toca
sufrir y padecer, ahora pagando más impuestos, para que estos virtuosos de la
honradez hagan sus millonarios y chéveres negocios.
Llueve… pero escampa
La Venezuela de la Fantasía, Como bien dices solo para enchufados nacionales, porque ni los turistas extranjeros quieren venir. Saben que este es un país inseguro, su gobiernos, (que si son serios) se los advierten.
ResponderEliminartodo un Sistema cubano muy bien montado y no nos dimos cuenta
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