jueves, 20 de noviembre de 2014

Venezuela… no está tan chévere

Miguel Yilales
@yilales
Definitivamente no vivo en Venezuela. He tratado de buscar cuál es el país donde me encuentro. A veces creo que unos extraterrestres marcianos, digo por lo del planeta rojo, deben habernos abducido con fines ocultos y no nos dimos cuenta.
Esto viene a cuento porque próximamente será inaugurada una feria para promocionar al país como destino turístico, lo cual me parece fantástico, porque creo en ese sector como fuente de ingresos distinta al excremento del Diablo.
El problema es que junto a la exposición ferial empezaron a difundir un video en el que aparece una promotora (espero que el teniente, capitán, diputado, presidente, animador y padre de la criatura no se ofenda por llamarla así, pero es indiscutible que su trabajo es como el de esas lindas jóvenes que lo convencen a uno en restaurantes y locales, con vestidos muy cortos, para que gaste lo que no se puede).
Resulta que el video musical que les comento, irreversiblemente es de aquí, pero no para los de aquí.
Conozco la mayoría de los parajes y locaciones usados en el video descabellado que promociona al país y me parecen maravillosos. Lo que creo irreal es que la tropa bolivariana y menos la apátrida oposición pitiyanqui pueda recorrerlos o por lo menos visitarlos.

Turismo pa’ musiú

Ir a Los Roques, Canaima y para remate a ese paraíso que es El Furrial, no lo digo en sentido despectivo sino que por ser el lugar de nacimiento de padre de la artista debe estar cercano al Olimpo, es oneroso para cualquier mortal que gane y gaste en bolívares.
Fíjense que solo con ir a uno de los destinos como Los Roques, a pasarla como la una, es decir, sin acompañante, sin comida, sin bebidas, entre pasajes y jugueticos: paseo en helicóptero, alquiler de kitesurf (para deslizarse en el agua empujado por una cometa de tracción, un deporte que practican a diario los venezolanos) y de flyboard (un jet propulsado por un chorro de agua que se compra en mi casa bien equipada y que muchos lo llevan cuando bajan a La Guaira) y lentes para el sol RayBan Aviator, un profesor universitario tendría que trabajar 24 meses continuos sin esos gastos superfluos de comer, beber, vestirse, lavar, planchar o salir a la esquina.
En el otro destino, Canaima, la cosa pintaría igual. Porque lo que no se gasta en flyboard y kytesurf se va en los 3 días con excursiones en ese paradisíaco parque nacional. Un obrero de los que ganan el sueldo mínimo más alto de Latinoamérica tendría que ahorrar en su cochinito (no me imagino el tamaño de ese receptáculo) por lo menos durante 4 años todo, todito, todo su salario, incluyendo el bono de alimentación para darse ese gusto burgués.
Claro está, siempre saldrá alguien con una explicación, que si el video es para promocionar a país afuera como el destino chévere del Caribe y no para el turismo interno y es por eso que salen todas esas banderas de los países del Alba, Mercosur, Centroamérica y el Caribe para que traigan los dólares, los cambien al mercado paralelo y les salgan unas vacaciones cheverísimas.

Luz en la calle, oscuridad en la casa

Lo que no promociona este video es que usted, amigo visitante, puede permanecer hasta 8 horas esperando un vuelo que nunca saldrá a tiempo, que le tocará esperar en el aeropuerto sin que nadie le dé una respuesta o le resarza los inconvenientes, que si pierde la conexión le tocará pedirle a María, y no precisamente la que está en Nueva York, para ver quien lo ayuda.
Por otra parte le recomiendo solicitar (no se preocupe por la inseguridad que ya un diputado con experiencia policial solucionó eso) llegar en la noche para que así vea el hermoso nacimiento viviente que es Caracas con sus lucecitas encendidas, que disimulan el cinturón de miseria que la rodea, por cierto muy disminuido desde que la Misión Vivienda empezó a entregar apartamentos y los ranchos quedaron abandonados.
El problema no es que Venezuela no sea un país para querer, tenga parajes hermosos o su gente sea maravillosa, el asunto es que la realidad es diferente a lo que se pretende mostrar, a menos que usted sea millonario o esté enchufado en este bochinche que es la revolución bonita.
Aquí sigue campante la violencia, la inseguridad, la impunidad, la miseria, las pandemias y la inflación, mientras a algunos solo les importa promocionar a sus herederos, a los demás nos toca sufrir y padecer, ahora pagando más impuestos, para que estos virtuosos de la honradez hagan sus millonarios y chéveres negocios.

Llueve… pero escampa

2 comentarios:

  1. La Venezuela de la Fantasía, Como bien dices solo para enchufados nacionales, porque ni los turistas extranjeros quieren venir. Saben que este es un país inseguro, su gobiernos, (que si son serios) se los advierten.

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  2. todo un Sistema cubano muy bien montado y no nos dimos cuenta

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