Miguel Yilales
@yilales
A los venezolanos nos gustan las cosas buenas: el buen
vestir, el degustar finos platos y libar las más finas bebidas, en especial si
son destiladas en las altas tierras escocesas. Es por eso que algunos pueden
pensar que somos vanidosos, jactanciosos y petulantes y que al comer y beber
parecemos sibaritas.
Esa ha sido la mayor piedra de tranca para inocularnos el
Socialismo del Siglo XXI porque entre sus preceptos están los votos de pobreza
(y no precisamente franciscanos) que le pretenden imponer a toda una sociedad,
para que así permanezcan aferrados a las dádivas del Estado.
Uno puede llegar a imaginar que todo esto obedece a un plan
estratégico orquestado, según algunos desde La Habana, para depauperar a los
pobres y empobrecer a la clase media, aunque por como lo ejecutan e implementan
pareciera más bien eso que entre los músicos llaman “un vente tu” y no un
diseño deliberado.
Que se reúnan varios artistas y hagan placenteras las nueve
horas de espera en el aeropuerto de Maiquetía es viable porque existe un
conocimiento previo de notas, acordes, melodía, armonía y ritmo que no todos
dominamos o que un actor le de por armar una presentación a partir de un tema
que la audiencia plantee es fácil porque se alimenta de escenas de la vida
misma, pero que se improvise en política es para temblar y no precisamente de
la emoción.
Pura chapucería
Nadie pudiera imaginar que las acciones para contener el
avance del socialismo de Hitler fuesen producto de la improvisación de Winston Churchill,
por supuesto es temerario comparar a un estratega político, militar y escritor
(galardonado con el Nobel) con quienes se creen políticos porque han vivido de
las ubres del Estado y nunca han trabajado para ganarse el sustento diario sino
que están como “caimán en boca e’ caño” a la espera de una coima,
gratificación, recompensa o comisión.
A nadie en su sano juicio se le hubiese ocurrido adelantar
media hora el reloj para ahorrar electricidad, porque además de demostrar no
saber nada de geografía, desconocían que la luz diurna dura más en el
hemisferio norte (donde está Venezuela) en los meses de mayo a septiembre, pero
menos de noviembre a marzo y que en el oriente amanece más temprano que en el
occidente y por ende en occidente oscurece más tarde que en oriente. Pero la improvisación
solo les dio para cambiar el horario con lo cual quedamos desfasados con el
resto del mundo para satisfacer el ego de un megalómano.
Ante el cambio climático global, el gurú que dirige el régimen
venezolano y sus cómplices, creen que hay un incremento súbito de las
temperaturas por culpa del malvado capitalismo y la generación de gases
invernaderos, con lo cual critican a nuestro único producto de exportación y
principal contribuyente del calentamiento global, pero su aporte es reducir la
jornada laboral y regular la temperatura de los sistemas de aires
acondicionados.
Hasta ahora no han culpado al Enterprise, al capitán Kirk y a míster Spock de tener una lupa
gigante sobre Venezuela para que suban las temperaturas como medida de
desestabilización interplanetaria contra el régimen chavista, pero por sus
reacciones y caras de sorpresa pareciera que se enteraron del calor hace menos
de un mes.
La cosa no queda ahí
En la otra acera política, me refiero a la de la oposición, las
improvisaciones también están a la vuelta de la esquina.
Si alguien le preguntase a los taciturnos que hacen vida en
la oposición sobre las abusos del ministerio de elecciones que hacen írrita
cualquier consulta, de seguro balbucearían una improvisada respuesta de que ni
la lluvia, ni el sol, ni la nieve podrán detener la avalancha de votos, pero
nunca le dirán como motivarán el voto, ni cual es la táctica para que no le
hagan fraude o si ya adiestraron a los testigos de los partidos políticos para
que no les escatimen los votos y mucho menos responderán sobre el porqué han
dejado de lado las protestas que permitan canalizar el descontento y traducirlo
en votos, bueno algo así como una estrategia política planificada.
Dicen que los políticos y los militares son expertos en
planificación, pero parece que los que nos han tocado (en el régimen y en la
oposición) solo aprendieron el manejo de la improvisación, lo lamentable es que
no tienen la imaginación de los niños, ni la musa de los músicos y mucho menos
la capacidad del estudio por lo que solo han empeorado eso que llaman política
en la Venezuela del siglo XXI.
Llueve… pero escampa
Si es verdad. Improvisamos hasta la forma de caminar. Esa palabra "chapucero" ya la usaba mi señora madre (Q.E.P.D.), solía decir cuando algo no servía, y al parecer nos estamos acostumbrando a todo eso. Pero, recuerde que después de la "tempestad, viene la calma"...así que no podemos perder la FE y la esperanza...
ResponderEliminarSi es verdad. Improvisamos hasta la forma de caminar. Esa palabra "chapucero" ya la usaba mi señora madre (Q.E.P.D.), solía decir cuando algo no servía, y al parecer nos estamos acostumbrando a todo eso. Pero, recuerde que después de la "tempestad, viene la calma"...así que no podemos perder la FE y la esperanza...
ResponderEliminarDebemos llamar es a Michael Porter, Padre de la Planificación Estratégica, para no improvisar ni chapucear.
ResponderEliminarParece que el ataque al clima. cambio climático; es responsable la Empresa Spacly Space Sprockets INC, donde labora el señor super sonico y el señor Jupiter, Recuerdan la serie animada.
saludos, desde San Cristóbal.
Miguel, a todos ellos le cae como anillo al dedo lo dicho por Paul Valery "¿Qué puede haber imprevisto para el que nada ha previsto?"
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