Por Miguel Yilales
@yilales
Cada día que transcurre uno no deja de sorprenderse ante
tanto disparate revolucionario. Lo que en el pasado fue correcto, de la noche a
la mañana, como por arte de magia, se transmuta en una aberración. Lo que era
políticamente adecuado se convierte en una atrocidad capaz de acabar con el
Estado, sus instituciones y atentar contra la memoria del legatario de los
ideales bolivarianos.
De ahí que las reuniones políticas son conspiraciones perversas
para los intereses de este disparate llamado Socialismo del Siglo XXI, a pesar de
celebrar y vanagloriarse de que su génesis haya sido un fracasado y sangriento intento
de golpe de Estado.
Es que nada los detiene al intentar voltear las cosas a su
favor, así quede demostrado cuán anaencefálicos pueden llegar a ser. La última
idea surgida de esas cavidades craneales vacantes, por no haber sido dotada de
masa encefálica, es que hay una conspiración mundial para derrocar a los
gobiernos al sur del Río Grande.
La estrategia golpista de la derecha mundial es que mediante
tribunales y juicios políticos se destronarán a ese dechado de buenas
intenciones, que gobiernan como reyezuelos. Es que el robo, la extorsión, la
violación de los derechos humanos, el peculado o el tráfico de influencias son
delitos inexistentes si quienes los cometen pertenecen al ñangarado continental.
Cuatreros de la democracia
Según ese guion a Kirchner no la investigan por el extraño “suicidio”
de un fiscal que le seguía la pista por sus implicaciones en un atentado
terrorista, Evo Morales no es perseguido por estar implicado en tráfico de
influencias sino por los xenofóbicos medios de comunicación que no aceptan su
origen y la detención de Lula da Silva por estar involucrado en los chanchullos
de sus socios en Odebretch es evidencia de la persecución política contra el
exmandatario brasileño y su socia Dilma, sin importar la indignación y rabia
por las maquinaciones (grabación autorizada por un tribunal y no como las que
presenta el capo de los sapos cooperantes) en la que planificaban como evitar
el juicio al nombrarlo ministro y que un juez federal (no arrodillado al poder)
decidió revocar.
Lo impresionante es que ante estas evidencias, el hijo de la
hija de la frontera viva (así llamó Nicolás al lugar de nacimiento de su madre)
declarase que toda acción política que intente salir de un gobierno es un golpe
de Estado, con lo cual reivindica al primer derrocado con esa estrategia:
Carlos Andrés Pérez. Un Pérez acusado, con la inmunidad allanada, sometido al
juicio político, destituido y confinado, jamás se le hubiese ocurrido evadir la
injusta cárcel con un cargo.
Por eso es que si usted pertenece al 20% de venezolanos (según
las encuestas) que aún creen que vamos por buen camino es totalmente lógico que
vea que sí se intenta salir de los corruptos, ladrones, narcotraficantes y
delincuentes con un acto contencioso estamos ante un golpe judicial, sí les
gana las elecciones y el parlamento le es adverso estamos ante un golpe
legislativo y sí se le ocurre la vía electoral para desalojarlos del poder, que
han usufrutuado por 17 años, es que se intenta un golpe electoral, cuando en
realidad los únicos expertos en saltarse la ley para revertir el orden
constitucional son ellos que intentaron todas las vías hasta destruir el Estado.
Lo que nos queda
Hay quienes les parece idóneo hacer colas para adquirir lo
que no existe; que ven racional que seamos el único país petrolero del mundo
que está arruinado; que se creen el cuento de que el fenómeno de El Niño
(ocurre en el Pacífico y ahí no tenemos costas) es culpable de que parezcamos
baticamellos (un híbrido que no necesita luz, ni agua); que aplauden la firmeza
de la cúpula militar que dice estar ofendidas por las agresiones de Obama y
presta para defender al país de la guerra económica e imperial aunque en las
primeras de cambio adelanten el Domingo de Ramos (lo celebraron el viernes)
para vacacionar toda la Semana Santa o que la inseguridad esté tan chévere que
un egipcio se salva de los conflictos de su país pero encuentra la muerte en
manos del hampa a las puertas de la principal terminal aeroportuaria
venezolana.
No tenemos tribunales independientes, no hay una fiscalía
que investigue y la contraloría no controla el despilfarro gubernamental por lo
que debemos activarnos y dar el único golpe que controlamos: el constitucional,
electoral, pacífico y democrático para salir de esta desgracia.
Llueve… pero escampa
Este regimen es una aberracion pero aun quedan muchos aberrados que lo defienden. Comodidad? Interes? Que percepcion tienen del pais? Cual es su sentimiento hacia Venezuela?
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