sábado, 21 de enero de 2017

Palabras necias... palabras de Nicolás

Por Miguel Yilales
@yilales
Recomendaba el sabio rey Salomón, o por lo menos así lo recoge la Biblia en el Libro de los Proverbios, que "no se debía hablar al oído de los necios porque despreciaría la sabiduría de las palabras", expresión que el conocimiento popular, mutatis mutandis, adaptó como "palabras necias, oídos sordos". 
Nuestro problema ha sido que hicimos lo contrario y tenemos más de 18 años  parándole a cuentos carentes de sentido, infelices, apocados, zopencos y zoquetes que han sido proferidos por unos malandros con poder.
Por eso es qué hay quienes aún creen los discursos fatuos del que dice administrar el Estado aunque se sepa que terminarán en largas peroratas de malos chistes, burdas burlas, mentiras compulsivas, amenazas irresponsables e incoherencias revolucionarias; hay quienes aceptan que el mensaje a la Nación, que como de costumbre estuvo plagado de falacias y ficciones, solo lo podía presentar ante una mancebía de incondicionales que llegaron a esos cargos sin reunir los requisitos y saltándose los procedimientos (en flagrante violación a la constitución que supuestamente garantizan) y hay quienes juran que las cuentas entregadas iban sin cifras porque son un secreto y no el rotundo fracaso de un sistema desvencijado que nos ha llevado a la prehistoria política.
Más habladuría sin sentido
Durante años la bazofia gubernamental se ha empeñado en convertir las formas, las tradiciones, los usos y las costumbres, que diferencian a un Estado de una anarquía, en un espectáculo rocambolesco por lo exagerado e inverosímil de sus actuaciones. De ahí que cuando anuncian una agresiva ofensiva para derrotar a los factores desestabilizadores de la economía todos sabemos que son palabrería incoherentes.
Luego de meses de anunciar que el país sufría un ataque despiadado a la economía como consecuencia de una guerra, que ha servido de excusa para cualquier cosa, deciden tomar cartas en el asunto (¿?) y cambiar el cono monetario: ordenan la impresión de billetes pero estos no llegan por falta de pago, dan órdenes y contraórdenes para sacar de circulación los billetes viejos sin que hayan llegado los de reemplazo y responsabilizan al malvado imperio porque aún no se consiguen los billetes nuevos, ya que intervinieron para perjudicar a nuestra soberana nación como sí los refugiados en Europa, la amenaza de ISIS, la inestabilidad del Oriente Medio, el avance de la China imperial, la incertidumbre por el inicio de la administración de Donald Trump o el terrorismo internacional les dejara tiempo ocioso.
Sin embargo no levantan el control cambiario para evitar la fuga de divisas y luchar contra la especulación sino que se inventan un "dorado" negocio con un disque empresario, que ha surgido por deshonesto, chavista y oportunista (disculpen lo reiterativo y redundante), para que regente unas casas de cambios en las fronteras como si fuesen unas casas de citas en las que sólo gana el proxeneta porque es capaz de arrastrase e inventar cualquier perorata para que no se le escape el negocio de entre las manos.
No todo queda ahí
Pero los disparates discursivos llegan a extremos inimaginables cuando se les ocurre que para demostrar cómo administran la violencia legítima se inventan unas maniobras militares que terminan en panfletarios cuentos de unos bufones que alardean del poder de fuego de un país pacífico pero armado con chatarras y por la vocinglería revolucionaria que jura que persuade a un hipotético enemigo con borrachines, personajes sin oficios y sujetos sinvergüenzas que, por anhelar un uniforme, se inscribieron en una milicia de pacotilla a la que nadie respeta y que es el hazmerreír internacional.
Pura verborrea que les sirven para ufanarse de la capacidad de movilización de tanques que se accidentan, de buques que no navegan y si lo hacen se varan, de aviones que vuelan desarmados para evitar carreras por descomposiciones estomacales y de helicópteros que desaparecen como sí el Triángulo de las Bermudas se hubiese mudado a la selva amazónica.
Estamos cansados de que el inquilino temporal de Miraflores, con su ilegitimidad de origen y de desempeño, siga con esas palabras necias que, aunque en el pasado embelesaron a algunos por las babosadas populistas que profieren los encantadores de serpientes que abundan en las revoluciones, solo sirven para que "por ahora" hagamos oídos sordos hasta que, por su insania y por nuestra cordura, lo desalojemos.
Llueve... pero escampa

1 comentario:

  1. excelente compañero, cada vez afilas mas la hoja de esa pluma, espero sigas con el programa de radio y que el mismo siga en esta linea. (Lunes a Viernes en horario matutino?) saludos

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