Por Miguel Yilales
@yilales
Luego de las expectativas creadas porque un tribunal
neoyorquino enjuició por narcotraficantes a los combatientes sobrinos de la
patria era inimaginable que algo o alguien lo superaría, en especial por la
manipulación de los hilos del poder, la geopolítica de comprar solidaridades con
petróleo barato y la indiferencia mostrada por sus cómplices que siempre le
rindieron frutos a la mafia gobernante.
Ni el affaire de Antonini Wilson y su maletín para los
Kirchner; las intimidades entre el cártel de los Soles y el de los árabes que revelara
Walid Makled; los juicios políticos amañados, que hicieron jueces y fiscales, por
manipulaciones y presiones de Miraflores; las violaciones de derechos humanos a
todos los venezolanos y los megaguisos del Plan Bolívar 2000, Mercal, Pudreval
y Odebrecht evidenciaron nuestra desgracia como que el segundo funcionario del
país (aun faltan otros) fuese señalado, como era vox populi entre nosotros, de
terrorista y narcotraficante.
En un principio la designación de Tareck El Alssaimi fue
asumida como una rutilante victoria del ala radical del chavismo que venía a
someter a los grupos disidentes y a encarcelar, sin las formalidades de un
juicio, a los que alzasen la voz en contra del régimen tiránico que ejerce el
poder en el país, aunque en solo meses el verdugo pasó, de regentar el cadalso,
a colocar su cabeza en la guillotina como en el pasado le ocurriese, salvando
las distancias morales, culturales y académicas, a Robespierre.
Ni a Donald ni a
Mickey
Cuando el Departamento del Tesoro de Estados Unidos develó
que había congelado las cuentas e incluido en sus listas de los más buscados al
sirio vicepresidente venezolano (un disparate tener a un presidente de dudosa
nacionalidad y a un vicepresidente con doble nacionalidad) nadie se sorprendió
por la confidencia ni quedó sobrecogido por la noticia, ya que desde que el
chavismo llegó al poder han proliferado los nuevos ricos que claman por el
socialismo pero les encantan los lujos y las ropas costosas; que exigen
sacrificio a la juventud mientras envían a sus hijos a las más selectas
universidades del mundo financiados con los recursos estafados al Estado y que
terminaron manejando consorcios comunicacionales, flotas de tanqueros,
importadoras de comida y jugosos guisos de la construcción.
Es que quienes estaban llamados a ser modelos a seguir solo
se dedicaron a descollar en el chanchullo, la macolla, el delito, la extorsión
y cualquier antivalor propio de unas rémoras que desde su génesis solo
aspiraron a destruir la venezolanidad y erigirse como una cofradía perversa para
amasar vulgares, prosaicas y mal habidas fortunas producto del lavado de
dinero, del narcotráfico y de la trapacería que les permitiese pasear por
parques de diversiones, campos de golf y hoteles lujosos con su gorrita de
Donald y Mickey (que no usarán por culpa de Trump y Pence).
Desobediencia
victoriosa
Sí la semana no hubiese terminado con la valerosa
demostración de audacia, irreverencia y desobediencia de los estudiantes de la
Primigenia Universidad del país, quienes (sin presupuesto, con conteo manual y
el apoyo cauteloso de unos avestruces) decidieron elegir a sus representantes a
pesar de la írrita suspensión de las elecciones de gobierno y cogobierno por
parte de los magistrados exprés del torcido tribunal supremo, era como para
agarrar el primer vuelo y buscar una sociedad que nos adoptase mientras se fingía
amnesia.
Los gremios, las asociaciones, las federaciones deportivas,
los partidos políticos, los sindicatos, las autoridades universitarias, entre
otros, debieran dejarse de melindres y seguir el ejemplo de los estudiantes,
realizar sus procesos electorales internos y proclamar a los vencedores, porque
así se cumpla y obedezca todo el desiderátum que le dé la gana al régimen, al
final este desconocerá los resultados, los declarará en desacato, los intervendrá
y nombrará írritas (en la designación y en el desempeño) directivas paralelas
y, como toda tiranía, no reconocerá ni aceptará a los ganadores como
interlocutores válidos.
En esta ultrajada Venezuela es normal despertarse con una
sensación de abandono y profunda desesperanza por culpa de unos dictadorzuelos expertos
en maldad así que debemos alegrarnos por esa bocanada de esperanza de que
alguien, con acciones políticas, pudo demostrar que el heredero del cadáver
insepulto está con el rancho ardiendo, sin bomberos y sin agua.
Llueve…pero escampa
Profesor Yilales, esto es un texto escaneado de la mas cruda realidad que vivimos... es un extracto de la podredumbre del gobierno que destruyó a Venezuela con su fracasada ideología. El imperio del hambre y las tropelías que impusieron esta banda de tiranos corruptos, está matando a nuestro pueblo,... llueve pero escampa... Hay esperanzas! Lo felicito!
ResponderEliminarProfesor Yilales, esto es un texto escaneado de la mas cruda realidad que vivimos... es un extracto de la podredumbre del gobierno que destruyó a Venezuela con su fracasada ideología. El imperio del hambre y las tropelías que impusieron esta banda de tiranos corruptos, está matando a nuestro pueblo,... llueve pero escampa... Hay esperanzas! Lo felicito!
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