Miguel Yilales
@yilales
En el mundo no salimos de una teoría conspirativa para
entrar en otra, y Venezuela no es la excepción. Siempre existe un grupo de
personas y organizaciones que están tras malvados pasos y, por supuesto, detrás
de todos los sucesos para obtener un beneficio personal.
La hipótesis general de las teorías conspirativas es que todos
los sucesos importantes en la historia han sido controlados por manipuladores
que organizan los acontecimientos desde atrás de escena y con motivos nefastos
o, por lo menos, egoístas.
Esas actividades por su naturaleza son secretas, encubiertas,
ocultadas del dominio público y necesitan a un grupo secreto muy poderoso,
extenso, de larga duración, generalmente, malintencionado, con poder político y
económico que manipulen los sucesos, comúnmente de importancia política, social,
económica o histórica, para obtener el resultado que desean.
En esa aldea global, cada vez más pequeña, de McLuhan, las
teorías conspirativas se pueden propagar más rápido que nunca. Existen miles de
sitios Web, dedicados a revelar conspiraciones sobre cualquier cosa, desde el
asesinato de Kennedy, pasando por el bombardeo a Pearl Harbor, la muerte de la
Princesa Diana hasta quién construyó realmente las pirámides en Egipto.
Pura especulación
De esas teorías conspirativas unas tienen fundamento y otras
son traídas por el cabello (juro que no tiene nada que ver con ese dechado de
bondad, piedad y misericordia que dirige la Asamblea Nacional y que confesó
sentirse amenazado en este país de Cheverito).
Hay quienes aseguran que en Nevada hay un área secreta donde
ocultan extraterrestres, que el hombre nunca llegó a la luna y todo se trató de
una puesta en escena de Hollywood o que al líder supremo y eterno, me refiero a
Bolívar aunque pudiéramos decir que es otro, le inocularon una enfermedad para beneficiar
a unos traidores que se quedaron con el poder luego de su muerte.
Llegado a este punto creo que pudiera aventurarme a trazar
también otras conjeturas conspirativas: imaginemos a un país pequeño pero con
grandes riquezas petroleras, que entre sus estrategias geopolíticas decidió ser
el contrapeso de un imperio y cuyo líder intergaláctico murió de una extraña enfermedad
que sería investigada por científicos del mundo ante la posibilidad de
envenenamiento.
En esas condiciones uno conjetura que el heredero del
supremo y eterno líder, desconfía hasta de su sombra y no se le ocurriría ir al
territorio de su enemigo a pasear agarrado de manos de su primera combatiente y
de su diplomática hermana putativa, no vaya a ser que el líder afrodescendiente
de la sociedad secreta que conspira para derrocarlo le contagie una gripe o que
en un dispendioso bacanal traten de envenenarlo con el carpaccio de lomito, el
ravioli con caviar o el pez espada con mermelada de champagne.
Ahora entiendo, y estoy metiéndome en el terreno de la
especulación, porque los revolucionarios diputados andan rodeados de escoltas,
guardaespaldas y tienen varios asistentes que viven con ellos y son capaces de
probar la comida antes que su mentor (dicen que Tarazona probaba la comida y
dormía frente a la puerta del dormitorio de Gómez) por la amenaza del
paramilitarismo mundial liderado por un cachaco, cachorro del imperio y aliado
de la derecha apátrida venezolana.
Una verdadera amenaza
Todos los revolucionarios saben que está en marcha una amenaza
de la derecha global desde que mandaron al otro lado a un fiscal de la
República, además lograron llegar hasta un exjefe policial, entrenado en el uso
de armas y en la defensa personal (así usara un ceñido traje de baño), manipulando
su GPS para que se perdiera y llegara a un sector donde lo esperaba una banda de
zagaletones para que lo ultimara.
Los tentáculos de la extrema derecha son tan perversos y
extensos que pueden convertir, de la noche a la mañana, a un revolucionario a
carta cabal en un delincuente o infiltrar a un colectivo de paz, en realidad
una célula del paramilitarismo colombiano, para que conspire desde adentro y
acabe a tiros con el proceso que salvará a la humanidad.
Sí en el país que vivimos está bajo una constante amenaza desde
hace 16 años (según los que desgobiernan) y las conspiraciones son develadas
por nuestros eficientes sistemas de inteligencia antes de iniciar las
investigaciones, uno no entiende como no se han evitado, a menos que estemos
ante una verdadera conspiración, al estilo Delia Fiallo, para perpetuarse en el
poder.
Llueve… pero escampa
Excelente narrativa, estimado amigo. Cualquier parecido con nuestra realidad, es pura coincidencia.
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