domingo, 29 de noviembre de 2015

Organización criminal no es gobierno

Por Miguel Yilales
@yilales
Estas últimas semanas han sido de revelaciones en Venezuela. Todo lo que se creía, se murmuraba, se sospechaba se hizo realidad. Las investigaciones periodísticas que indicaban de que aquí mandaba el hampa estaban en el camino correcto a pesar de los esfuerzos del gobierno de Nicolás Maduro (la continuación del de Hugo Chávez pero sin la indigestión de los petrodólares) por ocultarlo.
Este es un país en el que un periodista que dirige un portal Web es capaz de generar una campaña que desestabiliza al gobierno, en el que hay una página electrónica dictamina las medidas económicas y dispone el precio cambiario de la moneda y en el que unos dirigentes de oposición planifican la muerte de un compañero porque todas las encuestadoras, incluso las progobiernas, dicen que tienen 30 puntos de ventaja y desean despilfarrar esa preeminencia para que la elección del 6 de diciembre sea más cerrada porque es insuficiente el ventajismo que le da el abuso del poder, el tener a un parcial ministerio electoral dirigido por una talibán que usa brazalete y contar con una observación de un club de chulos dirigida por alguien relacionado con el narcotráfico que parece se ha vuelto el negocio familiar oficial.

A pesar del miedo y terror

De nada valieron los esfuerzos por simular una recuperación del sistema penitenciario cuando en realidad lo que hicieron fue negociar con sus pares, porque un pran en una penitenciaría está a nivel de una ministra en el gabinete, para que los regentaran como verdaderos antros de prostitución y delincuencia.
Nada de construir centros de rehabilitación que reinsertaran al penado a la sociedad, era más fácil ponerlos a dirigir las mafias de las drogas, secuestros exprés y extorsión como una prerrogativa con tal de hacer invisible las protestas por hacinamientos, por los retardos procesales y por la violación de derechos humanos, que aún siguen existiendo y que se han convertido en política de Estado.
Crearon centros de adiestramiento (presumen son universidades porque así las llamaron) que generan pésimos resultados con formación deficiente y sin capacidad para discernir entre distintas corrientes del pensamiento porque estafan con un adoctrinamiento sin sentido. Se les hizo creer a quienes iban a sus aulas que un título era la solución cuando en realidad es la mayor estafa académica jamás vista.
Esa concepción académica se implementó, luego de infructuosos intentos por penetrar electoralmente las universidades autónomas, ahogarlas presupuestariamente y presionarlas a través de eso que en otros países se conoce como tribunales de un Poder autónomo y que aquí es un adminículo del poder ejecutivo que construye parapetos judiciales.
Pero la consolidación ha venido por exacerbar el expediente de la violencia. Durante años en el país han sido asesinados miles de venezolanos en manos de un terrorismo paraestatal dirigido desde el Estado. Se crearon círculos del terror, colectivos de malandros y grupos paramilitares (que mientan milicias) para infundir miedo y terror.

Son criminales en el poder

Primero comenzaron con una serie de amedrentamientos en contra de dirigentes de oposición y periodistas incómodos, reteniéndoles el pasaporte, retardando los vuelos e inspeccionándoles exhaustivamente sus equipajes. De ahí pasaron a los montajes de expedientes y a las acusaciones sin pruebas, para finalmente concretar lo planificado: asesinar a un dirigente opositor.
Si bien es cierto que las pesquisas no se realizaron, ya un resentido psiquiatra dictaminó que era una venganza entre bandas, lo cual es similar a decir que un crimen pasional o el asesinato de quien busca drogas en un peligroso barrio son crímenes políticos cometidos por paramilitares contratados por la oposición.
Cuando Armstrong llegó a la Luna dijo que su pequeño paso era un salto gigante para la humanidad, en 7 días los venezolanos estaremos ante la oportunidad de dar ese gran salto, en un territorio que, aunque parece la superficie lunar, es la tierra que nos vio nacer. Hagamos lo que los abstencionistas no quieren, lo que los pesimistas no desean y lo que la mayoría aspira para demostrarle a los delincuentes en el poder que desperdiciaron más de 3 lustros para conformar un país esclavos y no de ciudadanos, arrodillar a un pueblo que desea estar de pie y hacer política con delincuentes, malhechores y bandoleros sin entender que una organización criminal no es gobierno.

Llueve… pero escampa

Un ser especial

Por Miguel Yilales
@yilales
En este espacio siempre he dedicado mis artículos a la política. Hoy hago un alto para hablar de un ser maravilloso y a quien siempre llevaré en mi corazón. Dicen que los destinos se amarran irremediablemente o mejor que gracias al destino las cosas ocurren así.
Hace un año y 15 días a Armando José García Pérez, mi cuñado, le diagnosticaron una afección en el cerebro que le impidió hacer lo que más deseaba, además de amar a su familia, volar. Luego de luchar y batallar contra la enfermedad alzó nuevamente vuelo pero a donde solo van las almas buenas y generosas.
Quiso tener un copiloto excepcional, aunque no sé a ciencia cierta quién lleva el timón y quién guía a quién, al irse de este mundo el mismo día en que otro ser maravilloso, leal e inteligente (disculpen mi falta de ecuanimidad al hablar de mi papá) cumplía 12 años de fallecido.
Armando enfrentó la vida como su suegro le enseñó, con cara de cartón y bolas de torero (frase con la que él nos enseñaba como era la vida). Hoy mi hermana sufre y mis sobrinos están llenos de pesar porque zarpó a la eternidad un hombre excepcional, el consuelo es que desde donde esté, y a hombres como él les está reservado lo mejor, velará por ellos, cuidará de ellos y guiará cada uno de sus pasos.
Toda pérdida es irreparable. Toda despedida es dolorosa en sí misma. Todo zarpe es lamentable. Hoy Armando, el capitán, el piloto, el marino, el amigo, el hermano, el padre, el esposo, el hijo, “er cuñau”, ordenó tocar rol de maniobras, soltó amarras y zarpó o mejor dicho ajustó la aceleración, los alerones, el timón y se elevó al firmamento que era su espacio natural.
Te extrañaremos por que nos harás falta, te seguiremos queriendo porque dejaste marcados los corazones de quienes tuvimos el honor de convivir contigo y nunca te olvidaremos porque a los hombres buenos nunca se les olvida. No habrá más lluvia, ni esperarás por un nuevo amanecer. Para ti la lluvia cesó y escampó para siempre, para los que seguimos tus ideales y convicciones eres y serás el ejemplo que solo deja un ser especial. Que en paz descanses en el cielo (esta última me la dictó mi hijo de 5 años Miguel Santiago) y que Dios y la Virgen Santísima nos de consuelo. 

Llueve… pero escampa

domingo, 22 de noviembre de 2015

Las amenazas del fundamentalista Nicolás

Por Miguel Yilales
@yilales
Desde hace muchos años sobre la humanidad se ha extendido un velo de maldad. Un grupo de personas perversas y crueles, capaces de destruir todo a su paso y con un sentido único para insultar, torturar y asesinar, solo con el propósito de crear un Estado omnipresente que controle a los ciudadanos, que los minimice socialmente y que los trate como súbditos.
Aunque lo anterior pudiera servir para describir al califato que se pretende instaurar entre Irak y Siria, por cierto responsable de los atentados terrorista de la semana pasada en París y de las amenazas para repetirlos en distintas ciudades como parte de la yihad contra el mundo civilizado, no es precisamente a ellos a quienes me refiero, ya que se encuentran muy distante y hay problemas más cercanos que atender.
En la historia ha habido distintos grupos y países que creen adquirir las características que no poseen a través de falsas denominaciones. Así como hemos tenido naciones democráticas que no los son (la República Democrática Alemana o la República Popular Democrática de Corea), surgió un autodenominado Estado Islámico, que no es Estado y no representa al Islam, también hay un país que irrespeta las enseñanzas del Libertador aunque le agreguen el apellido bolivariano a todo.

Los de allá y los de aquí
  
Al igual que lo que pregonan los yihadistas del medio oriente, el proceso destructor que se instauró en Venezuela, como una extensión de la tiranía caribeña, depredadora, salvaje, bárbara y destructiva que dirigen los Castrosaurios, ha sido tan perverso para el país como para todo el continente.
El Socialismo del Siglo XXI y el califato, que pretende desestabilizar al mundo, han usado las mismas herramientas: mientras el de allá ha mostrado videos con ejecuciones para infundir el miedo, los de aquí aterrorizan en el día a día sin necesidad de usar los medios; los primeros toman rehenes y secuestran personas, los segundos apresan a los líderes que más temen y persiguen a los empresarios a quienes tratan como desestabilizadores, le ponen sobrenombres y procuran responsabilizarlos del desastre económico que ellos crearon; ambos declaran enemigos a los medios de comunicación que no promuevan el pensamiento único o sean críticos a sus ideas, por lo que los reemplazan por sistema que atienden a un solo pensamiento.
En Venezuela cada fin de semana son asesinadas más personas que las que ejecutan los rebeldes adscritos al Daesh y que los masacrados en los atentados parisinos, además tenemos cárceles con presos políticos que son torturados, maltratados y vejados por ser una amenaza a su permanencia en el poder.
Para ambos grupos, el de allá y el de aquí, los ciudadanos son seres despreciables, indignos e ignominiosos que deben ser roídos hasta los tuétanos, cuyas voluntades están a la venta gracias a las grandes reservas petroleras que manejan y que son descartables sino satisfacen sus intereses.

Del lado equivocado

Quienes han gobernado al país decidieron colocarse del lado equivocado de la historia: mientras el mundo ingresaba al siglo XXI, nosotros nos adentrábamos al XIX; mientras el orbe rechaza el fundamentalismo, el proceso chavista pregona el pensamiento único, el adoctrinamiento militante y el control de los vehículos del saber; cuando nadie quiere verse involucrado con los grupos criminales ligados al narcotráfico, se incrementan las evidencias de que quienes gobiernan al país incursionan en el lucrativo negocio de las sustancias ilícitas, lo cual no extrañaría por la caída de los precios del petróleo, porque las propuestas para incrementarlos son inviables y, especialmente, por la escasez de valores en la caterva gobernante.
Ahora que sus itinerarios, que antes concluían en La Habana para recibir órdenes, instrucciones y directrices, hacen escala en algún país árabe a Nicolás Maduro le dio por amenazar con radicalizar su revolución, que es la de su predecesor, y eso en este momento es el mismo discurso que pregonan, a los cuatro vientos, los extremistas desde el medio oriente, lo cual despierta suspicacias, quiéralo o no.
En el mundo como en América, estamos decididos a quitarnos de encima los chantajes y la manipulación de los extremistas. Las cosas no pintan bien para los radicales en el medio oriente y, por lo que ocurrió en Argentina con el triunfo de Mauricio Macri y lo que se vislumbra en Venezuela, ya nadie le para a las amenazas del fundamentalista Nicolás.

Llueve… pero escampa

domingo, 15 de noviembre de 2015

No es harina, es polvo de otro costal

Por Miguel Yilales
@yilales
Cuando empezaba a escribir estas líneas, tuve que dejar de teclear para ver como la barbarie daba un duro golpe a la civilización. Nuevamente un hecho terrorista ensangrentó al mundo y los grupos radicales, que quieren imponer sus razones a los demás por medio de la tortura y asesinato de inocentes, que ejecutan extrajudicialmente a sus prisioneros a través de juicios populares y que usan bombas y granadas fragmentarias para intimidar, se anotaron otro punto.
Es que todos los fundamentalistas en el mundo, en oriente y en occidente, piensan y actúan igual. Sus mecanismos son los mismos, los apliquen las FARC-EP, Al Quaeda, Hezbollah o ISIS (que aspiran el poder) o quienes ya lo han hecho (Bashar al-Asad, Robert Mugabe, Hugo Chávez y ahora su heredero).
Es que la dominación por el terror, la sucesión de actos de violencia ejecutados para infundirlo y la actuación criminal de bandas organizadas para crear alarma social con fines políticos, son monstruosas se apliquen al margen de la ley o amparados en la manipulación de ella.
Por supuesto que ante este escenario los laboratorios de las teorías conspirativas ya pusieron a rodar la especie de que fue el propio gobierno francés (asesorado, cuando no, por los malucos gringos) quien reeditó el atentado al World Trade Center en Nueva York.

Ni la Luna, ni holocausto

Estos expertos en conjuras siempre han sostenido, que así como Estados Unidos nunca llegó a la Luna, el holocausto fue una invención de los judíos para quedarse con un territorio que nos le pertenece y que fue el demonio Bush (el júnior, no porque digan que el sénior fue un santo) quien mandó los aviones y colocó bombas que destruyeron el símbolo emblemático de la economía mundial para justificar la guerra contra el terrorismo, Al Quaeda, Osaba Bin Laden, Afganistán, Irak y Libia, y quedarse con todo el petróleo de estos últimos países.
Llegado a este punto parece que trabajase en VTV y estuviese relatando los editoriales del Canal de Todos los Venezolanos en las voces de: un maracucho que cree filosofar y raya en lo ridículo; un toxicómano, obeso y mal hablado que, aspira y espera, las líneas que de Miraflores le mandan; un psiquiatra que parece estar bajo el efecto de algún psicotrópico; un teniente-capitán que se carcome en su propia bilis porque alguien se fumó una lumpia (Aristóbulo dixit) al no escogerlo a él y un turista que ha viajado 34 veces este año (Juan Pablo II en su pontificado hizo 104) y que se ha visto envuelto en algo relacionado con flores, no por el apellido de su cónyuge, sino por sus familiares por afinidad (un nexo que no se disuelve ni con el divorcio).
En la misma línea especulativa, porque lo que es bueno para el pavo debe serlo para la pava, me pregunto ¿Quiénes son los granes beneficiarios de los atentados en París que ISIS (quien por cierto comparte los mismos ideales antiimperialistas del gobierno chavista) se atribuyó?
Nicolás Maduro muy dado a ver la paja en los ojos de los demás pero muy miope para las vigas en los de él, estaba necesitado de un escándalo que lo sacara del ojo del huracán informativo y nada más apropiado que un atentado terrorista.

Amigos, socios y terroristas

Su entorno presidencial, a través de algún gobernador, defensor o diputado con apellido y algunos nexos, pudo haber contactado a algún grupo extremista de los que pululan en el mundo, para que, en retribución a lo invertido en campos de entrenamiento, alojamiento, becas para estudio y refugio de combatientes, le dieran una ayudadita, mientras el viajero frecuente echaba un pie al ritmo de la gaita.
En Venezuela vivimos todos los días bajo un conflicto (pacífico pero armado) en el que mueren, cada fin de semana, más personas que las caídas en los atentados de París y el mundo ni se inmuta, padecemos a un gobierno que instauró el terror para mantenerse en el poder y tenemos una familia que se encharca en su propia miasma cuando quieren hacernos creer que los negociantes no eran tales, que cualquiera puede tener el apellido Flores (vean la nómina del Parlamento cuando Cilia lo dirigía) y que todo es la confabulación interplanetaria para afectar la gobernabilidad, como si su gestión no fuese suficiente.
Los días, las horas, los minutos y los segundos están contados, aunque personajes como Noriega creían que con los gringos los negocios eran negocios, aunque para ellos lo de conspirar para introducir esa “harina” fuese polvo de otro costal.

Llueve… pero escampa

domingo, 8 de noviembre de 2015

Sin límites para el ridículo

Por Miguel Yilales
@yilales
Desde hace mucho tiempo hay quienes creen que son la conciencia de la humanidad, del mundo y de la venezolanidad, pretenden decirle a los demás qué, cuándo y cómo hacer las cosas, lo cual en cierta medida no es malo, por el contrario, hacerlo debiera ser el leit motiv de cualquiera que incursione en la política o quiera constituirse en generador de opinión pública.
Lo malo es, cuando desde esa posición de poder que les dan la política y los medios de comunicación, creen que lo que hagan y digan no tiene consecuencias o lo que es peor que esta le permitirá recoger los frutos al final del camino solo para ellos.
Resulta que hay personajes de la fauna política venezolana, que quisieran ver derrotada a la oposición solo para regodearse diciendo que ellos tenían la razón, que ya sabían que ninguna dictadura comunista salía con votos y que solo ellos salvarán al país cuando vuelva la República, la democracia y la separación de poderes como consecuencia de un proceso de cambio que surja como generación espontanea y no inducido por el liderazgo opositor.
En ese lote se inscriben los que le dicen a la gente: no votes, salva tu voto, quédate en casa, pero no ofrecen más nada que el diagnóstico y ninguna receta para el tratamiento que permita solucionar la crisis que vive el país, a menos que sus planes los tengan in pectore o sean “Solo para sus ojos” como en la película de James Bond.

Sin chequera y sin galán

Esos son los que adversan el totalitarismo chavista pero desean instaurar un totalitarismo con sus ideas (que por supuesto son mejores que las chavistas, pero igual de fascistas) o son los que desean de todo corazón gobernar con sus amigos y conocidos (el mismo nepotismo de estos 17 años) porque nadie esta tan preparado como ellos, aunque al final no puedan influir en los ciudadanos porque no enamoran, no convencen y no tienen los recursos para hacerlo.
La conseja popular indica que el amor no sobrevive a un galán, que los dos no subsisten a una chequera y que no hay nada más peligroso que galán con chequera, aunque hoy en día eso de andar con chequera sea pavoso, obsoleto y vetusto, en especial desde que apareció la publicidad del banco que hasta etiqueta les dio.
Pero si un galán con chequera es además un autoritario inescrupuloso que no tiene reparo en usar el miedo para dominar a los demás, porque sabe que este paraliza a los débiles, entonces se crea la tormenta perfecta que suprime la voluntad y el deseo de lucha. Así fue la historia de quien inició la desgracia que vivimos: se convirtió en galán (sin tener los atributos) por el voto popular y tenía una buena chequera (que no era de él) gracias a la factura petrolera: enamoraba como lo haría un charlatán, cuando le fallaba el parloteo sacaba la chequera para comprar voluntades, luego armaba expedientes para amenazar a sus colaboradores y terminaba con llevar a la degollina a quienes se salieran del redil.
Claro todo eso era fácil, porque si bien es cierto que no calzaba los estándares de estrella, tenía todo el dinero para comprar adeptos y partidarios, además los asesores cubanos le hicieron creer que había tanto amor como para que la gente se resteara con la revolución a pesar del hambre y que en caso de que lo irremediable ocurriera podía dejar a cualquier fantoche sin carisma, educación y autoridad como sustituto porque la fuente de dinero era inagotable.

Todo tiene su final

Al final ocurrió lo que previsiblemente podía pasar: que el que se creía eterno se murió, que el billete se acabó, que heredero del galán sin billete se quedó y que el amor con hambre no duró, por lo menos así lo señalan las encuestas, por lo que a la caterva gobernante solo les queda el miedo, que cada vez es menor.
En este momento los venezolanos estamos en la encrucijada de tomar las decisiones necesarias para acabar con la tiranía que se ha incoado en el poder, podemos dormirnos en los laureles y quedarnos en nuestras casas esperando a un supuesto Salvador que tome el testigo en sus manos o por el contrario actuar con firmeza al ejercer nuestros derechos.
Pareciera mentira que tras vivir la suma de todos los vicios de los siglos XIX y XX en pleno XXI, aun haya quien no trabaje para salir de la tiranía chavista que nos mantiene oprimidos y prefieran que esta se mantenga porque la solución no es la que ellos proponen, lo cual demuestra que a pesar de lo mucho que dicen querer al país no tienen límites para el ridículo.

Llueve… pero escampa

domingo, 1 de noviembre de 2015

Ni que llamen a la mamá 'e Tarzán

Por Miguel Yilales
@yilales
Existen numerosos ejemplos de seres humanos criados por animales y no por eso perdieron su humanidad y terminaron convertidos en bestias. Por supuesto que me refiero al mundo literario y no a ninguno de esos personajes del mundo real que, de vez en vez, aparecen.
Virgilio nos hablaba de dos legendarios hermanos fundadores de Roma que fueron amamantados por una loba y, sabemos que Rómulo y Remo, conformaron lo que sería todo un imperio aunque terminase en la decadencia o Rudyard Kipling quien nos describió a Mowgli también criado por lobos y que adquiere la capacidad de comunicarse con algunos animales, pero ninguno tan significativo como el personaje creado por Edgar Rice Burroughs: Tarzán.
Y digo que ninguno tan representativo como él porque tiene 86 adaptaciones cinematográficas, varias versiones radiales y televisivas, múltiples formatos impresos y porque hasta su mamá, sin ánimos de nombrársela a nadie, alcanzó connotación.
En Venezuela por ejemplo, cuando se alude a ella, se puede querer decir que una persona es poseedora de un ego tan elevado que se cree la progenitora del rey de los monos o puede denotar, bien imposibilidades: “lo va a arreglar la mamá 'e Tarzán” o una negativa rotunda: “te lo va a pagar la mamá 'e Tarzán”.

La junta de la liana

Todo esto viene a colación porque pareciera que en el país hay un grupo de conocedores de la política, escribidores de oficio y generadores de la opinión pública nacional que ven en la mamá 'e Tarzán la solución a nuestros problemas o que amenazan con ella cuando se ven con el agua al cuello.
Fíjense que en las últimas semanas todo el mundo la ha mentado por múltiples razones, me refiero a la progenitora del hombre mono y no a otra aunque motivos haya de sobra para hacerlo, en especial cuando no se consigue comida, medicinas, hay que hacer largas colas para adquirir cualquier cosa o se consigue ropa rebajada (voluntariamente a juro) pero no tiene con que adquirirla.
Por una parte está el heredero de las glorias del tiranozuelo del siglo XXI (aunque hay aduladores que propusieron inventar el título de libertador del siglo XXI) que juró por un puñado de cruces que acataría los resultados electorales, aunque para su show hubiese tenido que poner a rodar la especie que su ministra electoral había fallecido y resucitarla al tercer día, para luego decir que nunca, jamás, bajo ninguna circunstancia, y eso incluye a la tan mentada mamá 'e Tarzán, entregaría la revolución, como sí alguien quisiese quedarse con ese esperpento.
Él dijo, en una actitud que dejaría pálido a Kim Jong Il y a Robert Mugabe, que sí en el proceso electoral del 6D ocurría lo que señalan todas las encuestadoras entonces implementaba una junta cívico militar, como si fuese un secreto que el régimen venezolano con tantos ministros, gobernadores, alcaldes, embajadores y diputados que se guindaron en la liana de la revolución para saltar de lo castrense a la política, cada vez es menos civil.

Jueces y verdugos

Y eso es lo que pasa cuando tienes al frente del país a un mofletudo personaje, con una gran bocaza, grandes ojeras con ojos, que destaca por sus disparates y que nos recuerda a aquellos personajes creados por Jim Henson, me refiero en lo bufo y no solo porque se comporte como si fuese un Muppet de los hermanos Castro.
Pero no crean que esa sea una característica exclusiva del gobierno. En la oposición también hay sus disparateros. Son jueces y verdugos, una especie amalgamada entre Secondat, Robespierre y Charles Henri Sanson (quien decapitó al Luis XVI), que deciden cual debe ser el destino de quienes aspiren pisar la tierra que ellos pisan y respirar el aire que respiran. Es que ni que la madre de Tarzán gobierne en el imperio del norte esperan compartir los privilegios que solo a ellos, como los “únicos” que se han sacrificado con el exilio y los “únicos” verdaderamente perseguidos, les corresponden.
Para que la protección del asilo se dé deben concurrir dos hechos: el miedo (subjetivo) por la persecución y los elementos de convicción (objetivo) por el acoso. En este país todos cumplimos el primero, del segundo no sé si están todos los que son, ni si son todos los que están.
Hay quienes destacan por las barbaridades, burradas y bestialidades que dicen, que se comportan igual y terminan pareciéndose a lo que tanto adversan al creerse por encima del bien y el mal y que no tienen remedio ni que llamen a la mamá 'e Tarzán.

Llueve… pero escampa