Por Miguel Yilales
@yilales
En este espacio siempre he dedicado mis artículos a la política.
Hoy hago un alto para hablar de un ser maravilloso y a quien siempre llevaré en
mi corazón. Dicen que los destinos se amarran irremediablemente o mejor que
gracias al destino las cosas ocurren así.
Hace un año y 15 días a Armando José García Pérez, mi
cuñado, le diagnosticaron una afección en el cerebro que le impidió hacer lo
que más deseaba, además de amar a su familia, volar. Luego de luchar y batallar
contra la enfermedad alzó nuevamente vuelo pero a donde solo van las almas
buenas y generosas.
Quiso tener un copiloto excepcional, aunque no sé a ciencia
cierta quién lleva el timón y quién guía a quién, al irse de este mundo el
mismo día en que otro ser maravilloso, leal e inteligente (disculpen mi falta
de ecuanimidad al hablar de mi papá) cumplía 12 años de fallecido.
Armando enfrentó la vida como su suegro le enseñó, con cara
de cartón y bolas de torero (frase con la que él nos enseñaba como era la
vida). Hoy mi hermana sufre y mis sobrinos están llenos de pesar porque zarpó a
la eternidad un hombre excepcional, el consuelo es que desde donde esté, y a
hombres como él les está reservado lo mejor, velará por ellos, cuidará de ellos
y guiará cada uno de sus pasos.
Toda pérdida es irreparable. Toda despedida es dolorosa en sí
misma. Todo zarpe es lamentable. Hoy Armando, el capitán, el piloto, el marino,
el amigo, el hermano, el padre, el esposo, el hijo, “er cuñau”, ordenó tocar
rol de maniobras, soltó amarras y zarpó o mejor dicho ajustó la aceleración,
los alerones, el timón y se elevó al firmamento que era su espacio natural.
Te extrañaremos por que nos harás falta, te seguiremos
queriendo porque dejaste marcados los corazones de quienes tuvimos el honor de convivir contigo y nunca te olvidaremos porque a los hombres buenos nunca se les olvida. No habrá más
lluvia, ni esperarás por un nuevo amanecer. Para ti la lluvia cesó y escampó
para siempre, para los que seguimos tus ideales y convicciones eres y serás el
ejemplo que solo deja un ser especial. Que en paz descanses en el cielo (esta última me la dictó mi hijo de 5 años Miguel Santiago) y que Dios y la Virgen Santísima nos de consuelo.
Llueve… pero escampa
Miguel, por favor dale a tu hermana mi sentido pésame por el zarpe hacia la eternidad de Armando. Lo describiste impecablemente en tu escrito. Lo extrañaré mucho, el siempre me llamaba desde cualquier rincón del planeta donde estuviese volando para saludarme y comentar los escritos de mi blog.
ResponderEliminarMiguel dale a tu Hermana Antonieta y a sus hijos mi sentido pésame . No faltaron palabras para describir e enumerar las Cualidades de Armando excelente amigo, compañero, Padre y esposo.
ResponderEliminar
ResponderEliminarMiguel Yilales te saluda cordialmente Efrén Rodríguez enviando mis mas sentidas palabras de condolencia a todo el grupo familiar. Debo manifestarte que coincidencialmente, luego de ser tu compañero de estudios en bachillerato en nuestra entrañable parroquia San Pedro, fuí tambien compañero de estudios de Armando en la Escuela Naval de Venezuela y recuerdo con afecto su don de gente y carácter amistoso, solidario y emprendedor que con espíritu jovial brindaba a todos los que tuvimos el privilegio de compartir con él en vida. Q.E.P.D. y con mi eterno agradecimiento por su calidad de ser humano.
Mis condolencia para ti, tu hermana y toda la familia, quien merece un homenaje así no muere, solo se aleja, pues el recuerdo de tantos momentos gratos será alegria y ejemplo en el futuro. QEPD
ResponderEliminarMiguel, quiero expresarte de parte mía y de toda mi familia mis más sinceras palabras de condolencias por la partida de Armando. Siempre estará presente y siempre lo recordaremos con su sonrisa. Un fuerte abrazo
ResponderEliminarQuienes tuvimos la suerte de compartir con Armando sabemos que las palabras de su cuñado Miguel Yilales son muy ciertas. Que en paz descanse y mucha resignación a su familia.
ResponderEliminarMi mas sentido pesame a todos sus seres queridos , lo recuerdo siempre con una sonrisa y personas como Armando no deberian partir , pero la decisión no es nuestra Dios sabe porque ,era su momento y nosotros aqui en la tierra no lo entendemos ,pronto estaremos con el en un mundo mejor y con todos los que como Armando no dejaron un gran dolor al partir.
ResponderEliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarMis mas sentidas palabras de condolencias para la flia y recuerden que los pilotos no mueren, solo vuelan mas alto.
ResponderEliminarMiguel por favor hazle llegar a tu hermana Antonieta mi más sentido pésame por la pérdida irreparable de un gran hombre de la mar y del aire, aún recuerdo cuando los conocí en casa de tus padres, Uds. eran TF y yo apenas un alférez de la AMV. Que brille para el la luz perpetua y para sus seres queridos que tengan la tranquilidad y La Paz de que mi tocayo dejó un gran legado de humildad y alegría ante todas las situaciones y cosas de esta vida. Vuela alto tocayo con el viento siempre en la popa hacia la vida eterna, que dios y la virgen de la Milagrosa y de Loreto siempre te acompañen como gregarios en tu vuelo en formación. Amén
ResponderEliminar